Editorial Paréntesis
Viene siendo habitual, en estos días de incertidumbre, la aparición recurrente de libros de tono aclaratorio sobre las raíces de la crisis económica que nos asola. Obedece este hecho, según mi criterio, al aserto más o menos jocoso según el cual el economista es aquel individuo cuya profesión consiste en predecir el pasado. La mayoría de estos manuales de aparición coyuntural y oportunista dicen escasamente más de lo notorio, por sufrido, y aportan poca o ninguna solución al aprieto. En resumen, fotografían el suceso avisando de lo que puede acontecer cuando ya ha ocurrido la barahúnda sin remedio.
Sin embargo La Economía Fingida no sólo retrata la génesis primaria de la situación con una prosa clara y de una fluidez vertiginosa sino que, sin renunciar a un ápice de rigor, ilustra al lector con soplos de fino humor cotidiano. Por momentos el escritor alecciona con narraciones de costumbrismo cercano su teoría para recordar que está hablando de algo que nos afecta a diario. La situación de los financieros más alejados de nuestras fronteras tiene su repercusión en el bolsillo del más anónimo de nuestros convecinos. Ahí estriba la diferencia de L.E.F.; es un retrato sobre un espejo en el que el lector, al fondo del mismo, puede percibir su propia y acostumbrada situación.
Dosificando la verborrea financiera al uso para aliviar el peso de su lectura, Cansino, esboza un perfil frío y cercano a la vez. Un retrato en el que arrincona la propia opinión para arrojar al público la realidad de unos hechos sobre los que el lector más avispado vislumbrará una formidable bóveda de conflictos financieros férreamente entretejidos bajo la que subyace la sorprendente realidad de la anulación práctica de la soberanía de los pueblos, en virtud de unos intereses económicos cuya madeja el profesor Cansino llega a desentrañar brillantemente. Disecciona con puntualidad el economista sevillano la degradación de la sociedad española que ha fingido una situación insostenible demasiado tiempo y que la ha postrado en el escenario actual. Cansino, hombre joven pero de profundas y arraigadas convicciones, no cede un pelo al metálico discurso ultraliberal al uso que abandona al socaire de la incertidumbre a las masa más desvalida. Más bien, apunta al retorno de valores perdidos como la Educación -que no la simple formación- la austeridad y la integridad de los administradores públicos, la racionalización del mercado de las energías y sobre todo el reintegro de España a una gobierno racional y eficaz, modelo actualmente dislocado en un maremágnum de administraciones repetidas y disgregantes.
La lectura de este libro mantiene la fe en que los valores individuales del hombre, trabajo, austeridad, educación… son el armamento moral para superar contextos de zozobra como los que vivimos.
Una lectura obligada, no tanto para entender el origen de la situación actual ,como para asimilar que los remedios no deben sobrevenirnos impuestos (toquemos madera ante esta palabra) con varas mágicas y sí con la esperanza depositada en los valores que hicieron al hombre dueño de su designio en la tierra.
Sin embargo La Economía Fingida no sólo retrata la génesis primaria de la situación con una prosa clara y de una fluidez vertiginosa sino que, sin renunciar a un ápice de rigor, ilustra al lector con soplos de fino humor cotidiano. Por momentos el escritor alecciona con narraciones de costumbrismo cercano su teoría para recordar que está hablando de algo que nos afecta a diario. La situación de los financieros más alejados de nuestras fronteras tiene su repercusión en el bolsillo del más anónimo de nuestros convecinos. Ahí estriba la diferencia de L.E.F.; es un retrato sobre un espejo en el que el lector, al fondo del mismo, puede percibir su propia y acostumbrada situación.
Dosificando la verborrea financiera al uso para aliviar el peso de su lectura, Cansino, esboza un perfil frío y cercano a la vez. Un retrato en el que arrincona la propia opinión para arrojar al público la realidad de unos hechos sobre los que el lector más avispado vislumbrará una formidable bóveda de conflictos financieros férreamente entretejidos bajo la que subyace la sorprendente realidad de la anulación práctica de la soberanía de los pueblos, en virtud de unos intereses económicos cuya madeja el profesor Cansino llega a desentrañar brillantemente. Disecciona con puntualidad el economista sevillano la degradación de la sociedad española que ha fingido una situación insostenible demasiado tiempo y que la ha postrado en el escenario actual. Cansino, hombre joven pero de profundas y arraigadas convicciones, no cede un pelo al metálico discurso ultraliberal al uso que abandona al socaire de la incertidumbre a las masa más desvalida. Más bien, apunta al retorno de valores perdidos como la Educación -que no la simple formación- la austeridad y la integridad de los administradores públicos, la racionalización del mercado de las energías y sobre todo el reintegro de España a una gobierno racional y eficaz, modelo actualmente dislocado en un maremágnum de administraciones repetidas y disgregantes.
La lectura de este libro mantiene la fe en que los valores individuales del hombre, trabajo, austeridad, educación… son el armamento moral para superar contextos de zozobra como los que vivimos.
Una lectura obligada, no tanto para entender el origen de la situación actual ,como para asimilar que los remedios no deben sobrevenirnos impuestos (toquemos madera ante esta palabra) con varas mágicas y sí con la esperanza depositada en los valores que hicieron al hombre dueño de su designio en la tierra.
Euleón
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