lunes, 21 de agosto de 2023

LA RECONQUISTA CRISTIANA EN ESPAÑA INSPIRÓ 'BRAVEHEART'

Sir James Douglas y sus caballeros decidieron ayudar al Rey Alfonso XI de Castilla y luchar junto con las tropas cristianas para tomar el Castillo de la Estrella de Teba.


(Mel Gibson; protagonista de "Braveheart" y defensor de la película "Sonidos de libertad"

​La Villa de Teba (Málaga), hermanada con Melrose (Escocia), recuerda y conmemora cada año este hecho con sus fiestas más internacionales: las Jornadas Escocesas Douglas' Days.



(Alfonso XI de Castilla)

Información oficial del Ayuntamiento de Teba

https://www.douglasdaysteba.com/nuestrahistoria


miércoles, 2 de agosto de 2023

Las Navas de Tolosa, una hazaña épica que cambió el rumbo de nuestra historia (Manuel Martín en Ideal 25-07-2023)

 

Se cumplen 811 años del punto de inflexión en la Reconquista de la península ibérica


La ola de calor me hace reflexionar sobre lo que tuvieron que pasar los caballeros ataviados con gruesas telas y cotas de malla aquel 16 de julio de 1212 en el que se libró la batalla de Las Navas de Tolosa, una de las más importantes de nuestra historia. A sus valerosos protagonistas les debemos nuestra manera de ser, tal y como la conocemos, o por ejemplo que nuestras mujeres no lleven burka, prenda que tan criticada fue en el último mundial de fútbol y que también tiene que ser muy incómoda de llevar con estos 40 y tantos grados. 

Las Navas de Tolosa es un episodio al que, por desgracia, no se le da el peso histórico que tiene, puede que por desconocimiento o por la falta de orgullo que tenemos de nuestro pasado. Como ya se ha dicho en otras ocasiones, si otros países contaran con este tipo de hazañas épicas, la visión avanzada de nuestros antepasados en cuestiones tácticas, negociadoras o de reconocimiento de derechos y mestizaje, estarían todo el día jactándose de todo ello delante del mundo entero, algo que nuestra ‘humildad’ (o intereses creados) al parecer nos impide. 



Vamos a situarnos en primer lugar en el espacio. Esta batalla se libró cerca del actual municipio de Santa Elena, en la provincia de Jaén, cerca del límite con la provincia de Ciudad Real. 

Aquel lunes de 1212 un compacto ejército conducido por los reyes Alfonso VIII de Castilla, Pedro II de Aragón y Sancho VII de Navarra se enfrentó a los guerreros andalusíes y norteafricanos, agrupados bajo el estandarte del califa almohade Abu Abd Allah Muhammad al-Nasir. 

Los almohades surgieron en el actual Marruecos en el siglo XII. Muhammad ibn Túmart fundó un movimiento religioso fundamentalista con el apoyo de un grupo de bereberes que proclamaron una yihad contra los infieles. Eran conocidos por su estricta defensa de la moral y de la pureza islámica que se hizo a mediados del siglo XII con el control de Al-Ándalus. 

Por su carácter radical, puesto que seguían al pie de la letra las tradiciones musulmanas, chocaron con el pensamiento de los almorávides, quienes tenían una visión mucho más libre del Corán.  

En poco más de treinta años, los almohades lograron forjar un poderoso imperio que se extendía desde Santarém, en el actual Portugal, hasta Trípoli en la actual Libia, incluyendo todo el norte de África y la mitad sur de la península ibérica. Su intención era invadir Europa.

Los almohades amenazaban Castilla y todo el centro. Ya se habían acercado peligrosamente a Toledo, por lo que los monarcas de los distintos reinos decidieron ponerse de acuerdo en un alarde de negociación de alto nivel y aliarse frente al enemigo común.



Alfonso VIII escribió al resto de reyes de la península, haciéndoles ver que el momento histórico era crucial. Fue, sin duda, un momento de fuerte solidaridad hispánica. El escenario era el de reyes enemistados por inquinas familiares. En mi opinión, contaban con un arma secreta: la fe que une y hace superar rivalidades crónicas. 

Esta gran batalla campal, en la que participaron unos 60.000 musulmanes y 27.000 cristianos, no estuvo exenta de dificultades, pero estos valientes supieron superar todo tipo de adversidades. Primero, quedaron rodeados por las montañas al cortar los almohades su acceso al valle. Supieron buscar una solución y cuentan las crónicas castellanas que fue un pastor local quien reveló a las tropas la existencia de un paso alternativo. Me imagino el calor del centro-sur peninsular, el hambre, la superioridad en número y la cruenta contienda… 

En un principio, trataron de envolver a las fuerzas cristianas para deshacer su formación y aniquilarlas. Estuvieron cerca de lograrlo, pero consiguieron superar ese momento crítico reforzando sus flancos y compensando su diferencia en número con ingenio y pundonor. Importante fue el papel de aragoneses en el ala izquierda y de castellanos y navarros en el derecho. La imagen que no tendría precio en una superproducción cinematográfica sería la de tres reyes luchando a lomos de sus caballos ante una infantería enardecida al ver a sus líderes en primera línea de batalla, tal y como ha comentado el mismísimo Arturo Pérez-Reverte. 

Finalmente, un ataque conjunto consiguió romper las líneas almohades, desmoralizadas por haber rozado la victoria sin resultado. Decisiva la actuación del señor de Vizcaya Diego López de Haro, así como el Arzobispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada, consejero de Alfonso VIII, de origen navarro y defensor de una España cristiana unida. 

Desde estas mismas líneas critiqué a TV3 por la desafortunada parodia de la Virgen del Rocío. Pienso que la televisión pública catalana no hará ningún documental sobre la participación en la batalla de las Navas de Tolosa de soldados de los clanes nobiliarios más prestigiosos de Cataluña. Hay parte de la historia que algunos quieren silenciar, pero la verdad es demasiado tozuda. 

Le pese a quien le pese, este episodio fue un punto de inflexión en la Reconquista de la península. Supuso un antes y un después, puesto que a partir de entonces se inició la decadencia de la ocupación musulmana hasta su derrocamiento en 1492. Y creo que una fecha así no puede pasar desapercibida, porque toda nuestra historia habría sido muy distinta. Si no recordamos, no sabemos quiénes somos ni hacia dónde caminamos.