sábado, 25 de octubre de 2014

Otra barbaridad a cargo de la maldita Ley de Memoria Histórica.


Javier Compás ganador del certamen de relatos Tu Sevilla Romántica.



GANADORES DE LA I EDICIÓN DEL CERTAMEN INTERNACIONAL "TU SEVILLA ROMANTICA".


El ganador del Premio del Concurso Tu Sevilla Romántica de Relato Breve, convocado por Casa de la Luna y Chef&Company es D. Javier Compás con "Plaza del Pozo Santo" y en la modalidad de Fotografía, D. Pedro Bernal, ambos de Sevilla. 

El fallo del jurado se hizo público el jueves 23 de octubre a través de las redes sociales, Facebook y Twitter. 

El escritor, poeta y periodista gastronómico Javier Compás, presidente de la Asociación Cultural Ademán, ha sido galardonado con este I Premio de Relato Corto Tu Sevilla Romántica, donde los organizadores pedían una semblanza de algún lugar de Sevilla dentro de un relato corto que reflejara los sentimientos románticos que el lugar preferido por cada autor pudiese reflejar. El relato ganador, entre los muchos que se presentaron al certamen, recrea una breve historia en el entorno de la centrica y recoleta Plaza del Pozo Santo sevillana, lugar emblemático por la leyenda que, en torno a un milagro de la Virgen, rememora. 

Reporducimos a continuación el relato ganador, así como la foto elegida entre las participantes en la modalidad gráfica, obra del autor, también sevillamo, Pedro Bernal.


Plaza del Pozo Santo
Como riachuelos que llenan una pequeña laguna, quieta y escondida, varias pequeñas calles desembocan en una placita del centro, no hay nada que destacar, un pequeño naranjo que da escasa sombra a las pocas mesas de un minúsculo bar donde las vidas ajenas toman café y fuman un cigarrillo en la puerta, una de esas mesas escuchó confidencias y fue testigo de miradas azules y lentas, miradas que no querían que terminase el mediodía claro y fresco de Marzo. Paredes blancas, paredes color albero y rojo tinto, rejas que ocultan rezos, ventanas por donde se escapan aromas de muebles antiguos y ropas lavadas.
No sé por dónde llegamos, si se por donde nos fuimos, pasos silenciosos sobre adoquines de Gerena, las manos que intuían que los cuerpos no querían alejarse el uno del otro. Lo sabíamos desde que nos leímos las almas, al primer golpe de vista encontramos nuestro destino, nuestras bocas lo sabían también y por eso, casi por sorpresa, de pie, en medio de aquella placita de cal y almagre, los labios se rozaron en el beso más dulce del invierno, de todos los inviernos.
Tú te fuiste por la calle Misericordia, la que no has tenido con este amor recién estrenado y difícil, yo me fui por la calle Amparo, buscando el de la ciudad querida, intentando refugiarme de la intemperie en la que se ha quedado mi corazón.
Hoy he pasado por la Plaza del Pozo Santo, a beber del recuerdo, el sol abría las sombrillas de aquella terraza. Allí seguía el naranjo, lleno de hojas verdes, seguían sobrando los coches en la puerta del viejo hospital de las monjitas. Quizás esperaba, como en la vieja leyenda que contó Ortiz de Zúñiga del niño que cayó al pozo que en ella había, ser rescatado milagrosamente del recuerdo. Pero ya no hay pozo más que en el nombre de aquella placita, recoleta y llena de luz, que vio nacer nuestro pequeño relato corto.
Javier Compás.