martes, 5 de febrero de 2013

TRABAJAR COMO UN AFRODESCENDIENTE



Jesús Laínz
copyright El Diario Montañés 5 febrero 2013


La Casa de Cultura Afrouruguaya, círculo de los autollamados “afrodescendientes” de dicho país, ha pedido a la Academia de la Lengua Española que elimine del diccionario la expresión “trabajar como un negro”. Hace algunos años se les ocurrió lo mismo a los benegueros con las acepciones costarricense y salvadoreña del término “gallego”, que significan, respectivamente, tonto y tartamudo. Pero la RAE no está para prohibir el uso de las palabras, gusten o no, sino para registrarlo. Además, sería inútil, pues al fin y al cabo son los hablantes los que deciden. Lo mismo podría decirse de “judiada”, “gitanada”, “engañar como a un chino”, “hacer el indio” o mil más. Metidos en toponimia, habría que eliminar la Matamorosa campurriana y el Matajudíos burgalés. Y varios miles de españoles se apellidan Matamoros. En cuanto a las expresiones racistas, antimusulmanas, antijudías y homófobas de la literatura española, habría que echar al fuego casi todo desde Berceo hasta Calderón.
Como en todas partes cuecen habas, en la última edición yanqui de Huckleberry Finn han eliminado la palabra “nigger”. La moda dominante impone no sólo lo que se puede escribir hoy, sino también lo que tendría que haber sido escrito en el pasado. La “vaporización” de Orwell, a todo gas. Si los libros de Twain han sido apartados de la enseñanza americana por su incorrección, que los inquisidores se pongan, si pueden, a escribir sustitutivos. Pero que dejen a Twain en paz. O que le pidan autorización con la güija.
Todo esto demuestra que hoy, aunque cueste reconocerlo, el margen de maniobra ideológica es más estrecho de lo que parece, pues los límites marcados por la corrección política ponen difícil no sólo opinar, sino hasta usar palabras sin continua autocensura..
Jesús Lainz
 Sugerencia final a los afrodescendientes uruguayos: incluyan también una queja contra la vieja copla cubana que decía “Desde el fondo de un barranco grita un negro con afán: ¡Dios mío, quién fuera blanco aunque fuera catalán!”.

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