Día 24/06/2010 - 04.44h
Uno es monárquico exactamente por las mismas razones que en el tren, camino de Big Wiskie, donde ha de cumplir el encargo de vengar a unas putas, expone Richard Harris en «Sin perdón», pero hay que reconocer que en Getafe el castrismo municipal ha organizado para mañana unos fastos republicanos de quitar el hipo. No me extraña que el castrismo sevillano prohíba homenajes a Foxá, cuya exuberancia poética languidece ante la enérgica prosa militar del programa de mano getafense. La segunda república (para saber de verdad cómo vino sólo hay que leer «De Madrid a Oviedo pasando por las Azores») cumple 75 años, que se nos hacen 750, y para que cerremos los ojos e imaginemos aquel paraíso perdido viene María García, «especializada en la Educación durante la II República», razón por la cual escribe «Maria» sin acento. Más «Las fosas de la represión», al margen de Paracuellos, que pertenece a otro término municipal. Más brigadistas «Voluntarios de la Libertad», que en la parla progresista quiere decir «locos por el Stalinismo». Mas un «concierto por la paz y la libertad» a cargo de Pastor, Guerrero y Labordeta, quienes, la verdad, sólo dan guerra en estos acontecimientos. Más una cosa sobre «Los niños perdidos»: no los de los republicanos caídos en el Gulag que ha sacado a relucir Luiza Iordache, sino los otros: «Niños —dice el programa— arrancados de sus familias por unas u otras razones, por fusilamientos o prisión de sus padres o por el simple antojo del cacique, falangista o el cura del momento». Bono, Bermejo y así, les falta por decir. ¿Quién lo sabe? ¡Carrillo! Este filántropo hablará bajo el epígrafe «Nosotros vivimos la República». Y otros la murieron, claro. Para explicarlo: «Se ha editado una unidad didáctica para reflexionar sobre la libertad, la solidaridad, la tolerancia y la igualdad como valores republicanos». Yo sólo echo de menos una «performance» sobre el fusilamiento del Corazón de Jesús.
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