domingo, 26 de mayo de 2013

Salamanca

Manuel Martín Ferrand
XLSemanal. ABC


El café Novelty (Plaza Mayor, 2. Salamanca) es, como tantos otros en España, algo más que un café. Se trata de un lugar de encuentro y convivencia. Fue fundado en 1905. En sus veladores, Dionisio Ridruejo fundó en 1936 Radio Nacional de España y por sus salones pasaron todos los intelectuales de su tiempo. Aquí mantenía su tertulia salmantina Miguel de Unamuno, a quien solía acompañar José Ortega y Gasset, Antonio Tovar, Pedro Laín Entralgo y tantos otros que la desmemoria nacional ha dejado en el olvido. Después de la Guerra Civil, el café tuvo que cambiar de nombre para convertirse, en aras de la "ortodoxia", en Café Nacional. Pasados los años sesenta, volvió a ser Novelty y fue lugar acostumbrado por Francisco Umbral y, sobre todo, por Miguel Delibes. El hecho gastronómico del Novelty lo protagoniza Agustín de Foxá. Foxá es otro nombre postergado entre nosotros, pero fue - además de diplomático - uno de los grandes escritores de su tiempo. Su novela Madrid, de corte a checa es una de las más notables entre los millares que se han escrito sobre la guerra que todavía seguimos sufriendo. Foxá escribió en el Novelty (1938) toda la novela y, en pleno furor creativo, apenas salía del local. Como contó después en sus artículos de periódico se alimentaba  con pepitos de ternera que, con amor, le preparaban los propietarios del café que hoy vuelve a ser el ombligo de la Plaza Mayor más hermosa del mundo. Foxá era un gastrónomo  fino y frecuentador de los restaurantes de toda Europa, por los que transitó en su trabajo para Exteriores. En 1956 La Real Academia Española lo eligió académico, pero no llegó a pronunciar su discurso de ingreso. Quizá no tuvo el soporte de los pepitos del Novelty. 

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