martes, 16 de octubre de 2012

La dignidad de la pobreza

Debuta, salvo error u omisión, Pedro Cantero en el mundo de la ficción con esta novela ambientada en el periodo previo a la última guerra civil española. Y lo hace con algo más que dignidad y bastante pobreza de fatuas pretensiones formales. La novela del autor adoptivo visueño, recoge y refleja  la imagen fidedigna del campesinado de la baja Andalucía del periodo  de preguerra. Para ello Cantero ha desnudado su prosa de cualquier adorno que la distrajera y ha descendido al miserable ambiente de los braceros andaluces de aquella época en toda su crudeza.
La novela
Hambruna, niños famélicos desnudos, frío, enfermedades, hacinamiento y analfabetismo son tratados por Cantero con toda la dureza que exige el tema para lo cual no ha dudado en retorcer los tópicos al uso y así aumentar la perspectiva de aquella tremenda desigualdad social, auténtico polvorín de la España de los años treinta.
Braceros andaluces
 La novela transcurre en un pueblo ficticio en la campiña gaditana donde confluyen, familias de campesinos sin absolutamente nada con lo que sobrevivir tanto física como espiritualmente, con la abismal desigualdad de los terratenientes de la época. Constituye este ambiente de miseria, represión y explotación del hombre por el hombre, terreno abonado para el crecimiento del anarquismo y el comunismo revolucionario. Nuestro autor relata en boca de sus personajes, aquel clima de odio cainita que la situación de profunda injusticia social genera entre la población. Se suceden  y entremezclan las peripecias existenciales de los personajes, sus entrañables detalles cotidianos, con los ajustes de cuentas pretéritas, no solo entre los elementos de diferentes clases sociales, sino también entre personas con lazos familiares de sangre que piensan de otra forma como en el caso del matrimonio formado por el falangista y la hermana de líder libertario.
Anarquistas de la Baja Andalucía
Es precisamente en este turbulento ambiente donde surge un pensamiento nuevo, incomprendido y perseguido a diestra y siniestra que viene a redimir, desde el vértice de la tarea común de la construcción de una empresa superior, al hombre como verdadero portador de valores espirituales negados por las ideologías revolucionarias en boga en la época. Una ideología de redención del hombre por la nación cuya revolución, a la postre, sería birlada por aquellas oligarquías que usaron su sangre para seguir prevaleciendo.
El resto, puede imaginárselo el lector: odio, venganzas y matanzas previas a la debacle civil entre hermanos más sangrienta de nuestra historia.
Casas Viejas
 El avance del comunismo frente al extendido anarco-sindicalismo del campo andaluz es fielmente contado por el autor mediante una prosa austera, lacónica y comprometida; ausente de artificios, como corresponde al estilo del ideario falangista del escritor visueño.
Pedro Cantero
Cantero deja abierta la historia para una sucesiva entrega que, dado el buen sabor de boca que deja la primera ,a buen seguro creará impaciencia entre sus lectores.

E.L.S.

ADEMAN

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