ABC.- 27 de marzo de 2010
La denuncia por prevaricación y discriminación ideológica que las asociaciones Ademán y Fernando III interpusieron contra la delegada de Participación Ciudadana, la comunista Josefa Medrano, por prohibir un acto en el Centro Cívico El Tejar del Mellizo en el que se iba a rendir homenaje literario a Agustín de Foxá, se encontró ayer con el apoyo de la propia directora del centro, Cristina Paloma Torrego, la funcionaria a quien Medrano ordenó ejecutar el veto después de haber dado permiso para su celebración. Torrego acudió ayer al juzgado de instrucción número seis en calidad de testigo tras la citación de la jueza Mercedes Alaya. Y en su declaración, recogida por Efe, se mostró contundente a la hora de valorar lo ocurrido. Según la directora, que fue cesada del puesto días después de producirse este escándalo, la petición formulada por las asociaciones organizadoras «cumplía todos los requisitos», razón por la que se sintió «disgustada» cuando Josefa Medrano le ordenó revocar el permiso alegando que era «una decisión política». La concejal de IU supuso por su cuenta y riesgo que el acto iba a vulnerar la Ley de Memoria Histórica al tratarse de un homenaje literario a un escritor falangista. En su arbitraria decisión contó con el apoyo del líder municipal de IU, Antonio Rodrigo Torrijos, y de la portavoz del Gobierno, la socialista Maribel Montaño, que también han sido incluidos en la denuncia efectuada por los organizadores. Y es que la polémica «decisión política» adoptada por los dirigentes municipales ha suscitado las quejas del mundillo literario a nivel nacional, sobre todo porque al tiempo en que se vetaba un tributo a la obra de Foxá, IU organizaba el centenario de Miguel Hernández haciendo referencia exclusivamente a su ideología.
En este sentido, Cristina Paloma Torrego declaró ayer a la juez que las asociaciones convocantes «estaban legalmente inscritas y habían realizado peticiones similares con anterioridad», por lo que no observó «ningún problema para la autorización del espacio público». Sin embargo, el viernes previo a la celebración del acto, anunciado para el martes 6 de octubre de 2009, recibió una llamada telefónica de su inmediata superior, la jefa de la sección de Centros Cívicos, quien le ordenó a instancias de Medrano que «debía comunicar a los solicitantes que el acto no podía celebrarse». Torrego contestó entonces que la petición era legal y que se negaba «a comunicar a los solicitantes la revocación de la autorización si no recibía una orden por escrito». Entonces explicó a otro de sus superiores la situación y éste le aclaró que se trataba de una «decisión política de la delegada de Participación Ciudadana», quien después de la declaración de la ex directora del centro cívico tendrá que dar explicaciones convincentes a la juez Alaya por haber censurado un acto cultural apelando a la ideología del escritor.
Esperpento
La testigo lo dice clarito. No había inconveniente para vetar el homenaje literario ¡literario! a Foxá. Fue una decisión política. Y añadan arbitraria, obtusa, sectaria, incomprensible, revanchista... de quienes no sólo insultan la inteligencia con su trato a Foxá sino con su manoseo político a la figura de Miguel Hernández. Medrano, Torrijos y Montaño ya han pasado a la historia del esperpento, antes de que la justicia ponga el punto final.
ADRIANO
La testigo lo dice clarito. No había inconveniente para vetar el homenaje literario ¡literario! a Foxá. Fue una decisión política. Y añadan arbitraria, obtusa, sectaria, incomprensible, revanchista... de quienes no sólo insultan la inteligencia con su trato a Foxá sino con su manoseo político a la figura de Miguel Hernández. Medrano, Torrijos y Montaño ya han pasado a la historia del esperpento, antes de que la justicia ponga el punto final.
ADRIANO
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