La deriva de Círculo de Lectores hacia la literatura más ramplona y comercial, salvo honrosas excepciones de muy buenas ediciones, es, ni más ni menos, lo que padecemos desde hace unos años en el mundillo literario, no sólo en esa revista de venta a domicilio, sino en otrora prestigiosas cadenas de librerías. No se educa al público, ¿para qué? es más fácil echarle carnaza en blanco sobre negro para seguir aumentando la superficialidad y los lugares comunes de los best sellers al uso.
Y como en verano uno se echa en la mochila casi cualquier cosa para pasar el rato, consideré La Tristeza del Samurái, una posible buena opción de entretenimiento para ratos playeros. Lamentablemente, la citada novelita ha tenido, además, la desgracia de caer en mis manos entre un Vila Matas y un Sándor Márai, demasiado para el body, que diría mi prima Elena. La historia que narra Víctor del Árbol es una antología de lo políticamente correcto: protagonista lesbiana, visión desastrosa del matrimonio y la familia tradicional, supuesto "realismo sucio" y un burdo maniqueísmo donde, una vez más, se muestra a los vencedores de la Guerra Civil, como malos malísimos, no, más, no son solo malos, son una colección de monstruos sádicos, retorcidos, asesinos sin alma ni corazón, etc. , etc. Pero aquí se da un paso más, a los patéticos personajes creados por el autor se unen nombres de personas reales, en una abracadabrante trama que mezcla a los frikis creados por el autor con personas reales de la historia reciente de España.
Pero admitamos la libertad de creación del autor y su derecho a inventar la historia que quiera, pero es que además, todo está envuelto en una escritura torpe, pretenciosa, con unas metáforas y comparaciones ridículas, cuando no cursis e intrascendentes. Pero es que además el autor aplica mal adjetivos y sustantivos, inventándose incluso algunos de ellos, inexistentes, creo, en lengua española.
Si a lo largo del verano hemos recomendado algunas lecturas, permitannos que esta vez le recomendemos la NO lectura de esta enrevesada historieta de fascistas sádicos.
A. C. Ademán
Osea que no te ha gustado. Pues qué pena porque a mí me encantó. La puntué con un diez. Y eso no quiere decir nada, absolutamente nada. Bueno sí, que no estoy de acuerdo con tu comentario. Aquí os dejo el mío :
ResponderEliminarDesde el principio he pensado que estaba ante una novela distinta, sobretodo por su calidad literaria y por esa imposibilidad de encasillar a la novela dentro del cajón de novela negra, novela histórica, novela psicológica, triller...
Imágenes y comparaciones muy logradas, dan a la lectura un aura literaria que no resta en ningún momento agilidad a la trama. Dos épocas, dos lugares. Un asesinato en periodo de posguerra es el punto vertebrador de la novela y el desencadenante de la tragedia de tres familias. Una novela donde el odio, la venganza y el remordimiento juegan un papel importantísimo. El destino heredado, como una losa de la que no se puede huir, queda imprimido en la vida de las generaciones futuras.
Te atrapa doblemente, por lo que dice y por cómo lo dice. Por cierto, reconoceremos muchos personajes secunadarios y de nuestra historia más inmediata. (Gemma, Profesora de literatura española y Universal)
Muchas gracias por tu comentario, Gemma. Un saludo.
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