Ha muerto Manuel Barrios, escritor que ha sido encuadrado en eso que se dió en llamar "narraluces", algo parecido al boom hispanoamericano pero con peor fortuna a la hora de ser reconocido por el mundo literario.
Diversos medios de prensa escrita han publicado reseñas de su fallecimiento. Precisamente en ABC, diario en el que colaboró bastante tiempo con su columna El Baratillo, se publica una página completa, se habla de sus novelas, dos veces finalista de premio Nadal y ganador del premio Ateneo de Sevilla, entre otros. Lo que no se cita son las dificultades que tuvo para publicar en los últimos años, ni su ostracismo por criticar el felipismo. Tampoco se cita que fue pionero en revisar la historia más reciente en la llamada "Transición democrática" con la publicación de su libro El Ultimo Virrey, Queipo de Llano, en cuya primera página tiene una sentida dedicatoria a Blas Infante. Pero Barrios, hombre independiente, evolucionó de su "progresía" setentera y fue tachado de colaborador de la derecha mediática. Fue condenado por injurias contra José Manuel Lara, cuando declaró que el premio Planeta era un fraude y su concesión una cuestión meramente política.
Fascinado por personajes claves en la historia de la España del siglo XX, no sólo se fijó en Queipo de Llano, también escribió el libro Consigna: Matar a José Antonio, sobre el fundador de Falange Española, libro documentado con valioso material gráfico, como las fotos "cedidas" por Antonio Lucena, militar sevillano ya fallecido que fue el autor de numerosas fotos en la cárcel Modelo de Madrid donde estuvo preso junto con Primo de Rivera. Obra a la que le costó ver la luz, siendo finalmente publicada en la colección dirigida por Fernando Jiménez del Oso, Investigación Abierta, de la editorial nowtilus. En definitiva el libro esgrime el argumento de como el franquismo manipuló la figura de José Antonio para su provecho, tergiversando su doctrina, Barrios intenta "devolver a José Antonio Primo de Rivera al lugar de la historia de España que le corresponde".
Sus novelas El Crimen, La Espuela y, sobre todo, Epitafio para un señorito, le aseguran un lugar destacado en la reciente historia literaria de España. Obtuvo cuarenta y cuatro premios literarios, la Antena de Oro y cuatro premios Onda por su labor radiofónica.
Nació en la gaditana isla de San Fernando en 1924, donde tiene calle, no así en Sevilla, donde residia desde que era muy joven, aunque en su barrio, el Polígono de San Pablo si tiene una glorieta el diputado republicano socialista Manuel Barrios, fusilado en 1936. Manuel Barrios, escritor y periodista, murió fumando y trabajando a los 87 años de edad. Descanse en paz.
A. C. Ademán.
En nombre de mi familia y en el mío propio quiero testimoniar nuestro más sincero agradecimiento por las numerosas muestras de condolencia que hemos recibido con motivo del reciente fallecimiento de mi padre, el escritor Manuel Barrios. Como siempre, también en sus últimos días estuvo luchando hasta el final, en este caso contra su EPOC, apenas ya sin pulmones, puro corazón, hasta que no pudo más. En su agenda tenía una buena lista de amigos y colegas, a quienes traté de localizar el pasado viernes, 24 de febrero, para comunicarles la triste noticia. Siento no haberlo logrado en todos los casos. Hacía tiempo que mi padre no trataba con muchos de ellos, de modo que las direcciones y teléfonos habían cambiado; pero él no los había olvidado. A su familia nos conforta comprobar que también la mayoría de ellos ha seguido manteniendo vivos su recuerdo y su amistad.
ResponderEliminarEn el tanatorio pudimos estrechar la mano y dar un abrazo a algunos de esos amigos, escritores, periodistas y flamencos, que se acercaron a darle el último adiós: Antonio Burgos, Jesús Heredia, Ángel Vela, Paco Reyero, Andrés Muriel... Ningún político lo acompañó. Mi padre siempre supo escoger a quienes merecía la pena tener cerca. Siempre evitó la Andalucía de la pandereta ideológica y de los muchos señoritismos y servilismos. Siempre apostó por el valor de una cultura andaluza que, desde las entrañas genuinas de lo popular, rescatase a nuestra tierra de su atraso secular. Poco que ver con la charanga de la cultura oficial. Mucho con una Andalucía más honda y callada, que hoy llora con nosotros. Y que en algunos de sus bien nacidos ha alcanzado a darle voz a ese dolor, por lo que sus familiares les manifestamos nuestra profunda gratitud
A Nicolás Salas, Antonio Burgos, Francisco Robles, Paco Reyero, José Luis Montoya, Eva Díaz, Andrés Muriel, Enrique Montiel, Francisco Giménez-Alemán, Alberto García Reyes, Abelardo Linares, Rafael de Cózar, Pedro Tabernero, Luis García Gil, José Luis Garrido Bustamante, Emilio Jiménez Díaz, Aquilino Duque, Víctor Márquez Reviriego, Lucas Haurie, Juan Luis Franco, Benito Fernández, Joaquín Arbide, así como a Francisco Jiménez Ortega (“F.E.A.”, Centro Cívico Alcosa), a la Asociación Cultural Ademán, Antonio Cruz, de la Fundación Antonio Mairena, Julio Pérez “Vito” y tantos otros, muchos anónimos, que han dejado mensajes de pésame en el contestador telefónico.
Manuel Barrios Casares