Manuel M. Ferrand |
LOS GURIPAS
¿No ofende también la presencia en Rota del buque insignia de la Flota del Reino Unido? Es una presencia autorizada que señala la precariedad de nuestra adhesión Atlántica
NUESTROS bachilleres andan escasos, también, de formación literaria y cultura humanística. Reciben «información a primera sangre » en el sentido con que los duelos de honor —ya extintos— trataban de justificar al ofendido y fortalecer al supuestamente ofensor. Personajes como Ernesto Giménez Caballero tienden a ser ninguneados en la enseñanza media. Quien, además de ser militante falangista de primera hora, fue compañero de estudios de Xavier Zubiri y compartió paz y pluma con Vicente Aleixandre, es uno de los muchos —demasiados— nombres perdidos entre los grandes creadores del primer tercio del siglo XX y de cuantos, ya en el XXI, han sido tachados de la lista. GC, como le gustaba firmarse, fue el gran explorador de las vanguardias artísticas. Su novela Yo, inspector de alcantarillas marca el hito inaugural de la narración surrealista nacional. Pero le han borrado de buena parte de las antologías las dos medias Españas. La una, la de sus más próximos en el amor al azul «que tú bordaste en rojo ayer»; y la otra, la del rojo más intenso y sin bordado alguno. Ambas por parecidas razones doctrinales del odio al talento tan propio y bipolar en esos años malditos de la Guerra Civil, su prólogo y su todavía inconcluso epílogo.Ernesto G. Caballero |
Supongo que Gibraltar, como los territorios unívocamente españoles
del otro lado del Estrecho, son un asunto prioritario para el CNI.
Podremos disgustarnos, y mucho, con la conducta de los vecinos de ese
remanso de negocios sucios —contrabando, paraíso fiscal, blanqueo de
dinero, juego sin impuestos…—, pero no tenemos derecho a sorpresa alguna
mientras quede un solo «espía» de servicio en el entorno de la Roca o
en la N-VI —La Coruña— a la salida de Madrid. ¿No ofende también la
presencia en Rota del buque insignia de la Flota del Reino Unido? Es una
presencia autorizada que convierte en difícil de entender nuestra
bilateralidad defensiva con los EE.UU y, a mayor abundamiento, señala la
precariedad de nuestra adhesión Atlántica.
Artículo publicado en ABC de Sevilla el día 22 de Agosto de 2013
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