Como atracción principal del
regreso de su programa televisivo, el
periodista follonero invitó al hogar de una familia del pueblo
sevillano de Gines, al presidente de Esquerra Republicana de
Cataluña, Oriol Junqueras, para convencerles (infructuosamente)
sobre los beneficios que les traería la independencia catalana. Y como el rostro de don Oriol, con sus ojitos dormilones
y gimoteantes, es ya imagen permanente en todas las
televisiones, su presencia no pasó inadvertida en el aeropuerto
de Sevilla, donde alguien aprovechó para
increparle públicamente con un errado «¡Vete a tu país!».
Es errado porque pretender zaherir
a un independentista con tal mandato, demuestra haber caído torpemente en
sus redes, en tanto que Cataluña no es solo el país de don
Oriol y de quienes allí residen, sino que es parte del gran
país de todos los españoles: España. Y por eso yerran quienes,
de buena o mala fe, consideran que por residir en una u
otra región de España, tienen derecho a decidir sobre
su independencia respecto al resto.
No; Cataluña no es país solo
de quienes allí residen; sino que también lo es de los
demás españoles. Al igual que el resto de
España también es de los catalanes, y por eso tienen todo el
derecho a moverse por donde quieran.
Así que,la próxima vez que
alguien quiera aconsejar destino a un independentista, mejor que
lo envíe a pasearse por Parla, preciosa ciudad muy en
consonancia con quienes están acostumbrados a llorar como
chantaje previo a
la succión.
Miguel Ángel Loma
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