jueves, 30 de septiembre de 2010

Alberto García Reyes Premio Romero Murube 2010

El próximo 6 de Octubre se cumplirá un año del homenaje literario a Agustín de Foxá que las asociaciones Ademán y Fernando III organizaron en el centro cívico el Tejar del Mellizo. Dicho acto fue prohibido en el último momento por orden política, según declaró en el juzgado la ex-directora del centro cívico, por orden de la concejal comunista del Ayuntamiento de Sevilla, Josefa Medrano. El acto, celebrado al final a la intemperie, gracias a la encomiable actitud de los escritores invitados, Aquilino Duque y Antonio Rivero, y del público asistente, que no tuvieron empacho en celebrar el acto bajo las estrellas del parque lindante con el local.
Ese acto de arbitraria censura cultural tuvo amplísima repercusión en los medios de comunicación, que, mostraron la indignación general propiciada por la actitud del Ayuntamiento sevillano.
El periodista de ABC Alberto García Reyes, publicó en su día el bello artículo que reproducimos a continuación, y que ha merecido el premio periodístico Joaquín Romero Murube, poeta sevillano que da nombre al premio y que, curiosamente, también aparece citado en el artículo.
La pieza es un canto a la tolerancia, por cuyas líneas aparecen poetas falangistas y otros, de distinto signo político, de los que se valora la belleza de su obra y no sus inclinaciones ideológicas.
Nuestra más sincera enhorabuena a Alberto García Reyes.




POEMAS DEL OPROBIO
Me senté frente al pintor para que el niño tuviera entretenimiento en la plaza mientras me bebía sus versos.Me emborraché.Perdí la noción de mí mismo y de mi criatura hasta que la jacaranda me espabiló. Dejó caer su morada mansedumbre sobre aquella dicha. Una flor despertando al jardinero. «Por el cielo va deshecha / la flor de mis voluntades. / ¡Ay,se me corta la vida/en el cristal de esta tarde!». Romero Murube. Estaba leyéndolo porque me recordó Eva Díaz Pérez la vez que se puso la camisa falangista para recibir a Salazar en suAlcázar.Mi rebelión interna me obligaba. Don Joaquín,poeta del magnolio, se puso la camisa de Falange, fue Rey Mago del Ateneo y veneró a Gerardo Diego, aquel fascista que hasta dedicó un soneto a José Antonio. El conservador de los olores de Sevilla ha de estar vetado. De nada servirá a los absolutistas de la comuna saber que escondió a Miguel Hernández en el Alcázar o que publicó, con el aliento de Queipo de Llano en su cogote, siete romances contra la muerte de Lorca: «¡A ti, en Vizna, cerca de la fuente grande, hecho ya tierra y rumor de agua eterna y oculta!».
Leía hipnotizado a Romero junto a los acantos del Museo cuando el niño, siempre tan inquieto el diablillo, me pidió que le contara el cuento que me traía entre manos. Ay, hijo mío, en qué bretes me pones. Cómo te cuento que en esta España de trincheras, donde las ideas están parceladas y el rencor está legislado no tenemos libertad para emocionarnos, que es la más básica de las libertades. Nos han prohibido a Ridruejo, a Leopoldo Panero, a Luis Rosales. Los caciques van a oscurecer las casas encendidas de nuestra literatura porque la ignorancia les impide leer sin miopía. Acabarán por quitarnos de las librerías hasta las profecías que José Hierro plumeó en las revistas del Régimen. «Después de todo, todo ha sido nada,/a pesar de que un día lo fue todo./Después de nada, o después de todo/supe que todo no era más que nada».
El niño se removió en mi regazo mientras elucubraba. Y volvió a salir corriendo hasta los lienzos.Contemplé su inocencia y seguí pensando. La censura a Foxá es el paradigma de nuestra decadencia. Por eso me obstino en limpiar mi sien de este oprobio. Leo a Alberti, a Semprún, a Brecht, a Hernández, a Neruda y sólo veo en ellos poesía. Leo a Alfaro, a Sánchez-Mazas, a Vivancos, a Celaya y sólo veo en ellos poesía.
¡Niño, ven, escucha esto!: «¡La muerte, aquí , frente a esta augusta calma/ del mar antiguo, en soledad sonora!... / Pero algo bulle en mi raíz de tierra/que opone, dulce su repulsa leve.../¡Sin mares ni colina, allá en la dura / tierra caliente, en mi Sevilla eterna!». Es de Romero Murube, el falangista que lloró a Lorca. Óyelo, que yo no voy a prohibirte que vivas, hijo mío.

Recordando a Papá (Almuneda Paso)


Presentar la figura de Alfonso Paso, hace unos años, hubiera sido ridículo. Comparado con Lope de Vega por su prolífica escritura, autor de teatro sobre todo, si, pero también hombre de cine, escritor de ensayo y novela, actor, cantante... Alfonso Paso debería ser recordado hoy, treinta y dos años después de su muerte, mucho más que lo que nuestra sociedad lo hace. Pero cuestiones ajenas a las bambalinas lo tienen castigado, casi expulsado de los manuales de teatro.
La fortuna ha querido que nos encontremos con su hija Almudena, y ésta generosamente nos permite que tengamos una pequeña intervíu sobre la figura de su padre.
Pregunta. Almudena, tu padre era alguien verdaderamente polifacético: además de autor de teatro, fue articulista, novelista, ensayista, hombre de cine, actor, escribió guiones de fotonovelas (con Karina y Junior), series de TV...escribió canciones ¡y grabó al menos un disco!. ¿Con que actividad crees que disfrutaba más?
Respuesta. Sin duda con la de autor de teatro, le gustaba escribir, lo disfrutaba. Debo decirte a este respecto que otra cosa que disfrutaba tremendamente era la arqueología. Era licenciado en Filosofía y Letras en la rama de arqueología, y creo que de no haber sido autor hubiera sido arqueólogo. Viajó extensamente por todas las partes del mundo donde podía meterse de lleno en esta pasión. Libia, Egipto, Roma, México, todos esos países le cautivaban.
P. En los años 40, el teatro está dominado por Benavente, Arniches, Marquina, Álvarez Quintero, Juan Ignacio Luca de Tena, Fernández Ardavín, Adolfo Torrado... de los tres grandes renovadores, Lorca, Casona y Jardiel, solo queda activo y en España el último. Parecía lógico pues que se aproximara a esa sombra. Con Medardo Fraile, Pérez Puig y otros, formaba parte de los que se llamaban "los jóvenes de Jardiel", como recordaba en una entrevista Eva Jardiel, quien fuera durante unos años su esposa. Al en esa época llamado "FonFón" ¿como crees que le influyó la cercanía a Enrique Jardiel Poncela? Hay quien incluso le acusó de plagiarlo, cosa ridícula simplemente observando el volumen de su producción, pero no creo que pueda negarse su influjo. ¿Cómo lo ves tú?
R. Creo que Jardiel y papá son autores completamente distintos. Ambos grandes autores, pero el hecho de que ambos tuvieran comedias de enredo no significa que papa le plagiara a él o a nadie. Sus influencias venían de muchas otras partes y tocó muy diversos temas en sus obras.
P.Como concesión a las preguntas típicas en toda entrevista, aunque no carente de interés ¿qué obra prefieres de tu padre? ¿El canto de la cigarra, Vd. puede ser un asesino, Querido profesor...
R. Pues tengo tres, por diferentes razones. Vamos a contar mentiras por ser, sin duda, la mas divertida, Cosas de papá y mamá por su ternura y Enseñar a un sinvergüenza por los recuerdos. Fue una obra que estuvo mas de veinte años en cartel y yo crecí viéndola todos los fines de semana, cuando iba al teatro con papá y mamá, y adoraba estar entre los actores y ver la obra. Especialmente recuerdo momentos maravillosos con Pepe Rubio, al que adoro.
P.Recuerdo una entrevista a tu hermana Antonia donde se disparó un buen titular. Preguntada por si era fácil dedicarse al teatro apellidándose Paso, dijo que "Los malos recuerdos que pueda tener el apellido te los llevas tu". ¿Que malos recuerdos crees que puede traer tu apellido?
R. En esto solo puedo dar mi experiencia propia no la de los demás. Los recuerdos de mi apellido son los mejores y no puedo estar mas orgullosa de él. Llamarme Paso es mi mayor orgullo.
P.De niño conoció a Ortás, a Riquelme, a Mariano Azaña, a José Isbert, a Bonafé, relacionados con su padre, gran autor. Muy temprano, antes del bachillerato, ya desea ser escritor. ¿Realmente crees que tenía otra alternativa en ese ambiente?
R. Papa era un hombre tremendamente inteligente, con dos carreras terminadas y una sin terminar. Dada su inteligencia y sabiduría podría haberse dedicado a muchas otras cosas, y de hecho las hizo, como su carrera de periodista la cual ejerció, como bien sabes. Pero sin duda disfrutaba del teatro y disfrutaba escribiendo. Por eso se concentro más en ello.
P.Esa carrera sin terminar fue Ingeniería Aeronáutica. No es el único escritor que se matricula inicialmente en escuelas de ingeniería: Echegaray si acaba los estudios. Jacinto Benavente y tu padre no. ¿Crees que hubiera sido hombre de teatro también de acabar una carrera tan exigente en tiempo con éxito, o fue precisamente el abandono de la carrera una consecuencia de su mayor amor al teatro?
R. Como ya te he dicho, tenia dos carreras terminadas y una de ellas la ejerció, si se dedico llenamente al teatro, era por el amor y la pasión que sentía hacia esta faceta.
P. Mientras los autores españoles solo reparaban en los extranjeros cuando los plagian, Paso lee y relee a Prietsley y a otros. Monta y dirige obras de teatro de Lorca, Valle-Inclán, pero también de Tennesse Williams, Recrea una obra de Sartre, "Hui-Clos", Para preparar su estética, estudia a Quevedo y a Arniches, pero también a Beckett, Anouilh, y claro, a Prietsley, aunque confiesa que le aburre Adamov (y a mi también, si me guardas el secreto). Todo esto me hace pensar que no solo tenía inspiración, sino que hacía buena la máxima de Édison que añade a ésta, para el éxito, la transpiración. Esto es, creo ver que tu padre podía dar la imagen de vago, de bohemio, como muchos de su generación, pero en realidad era un trabajador incansable.
R. Sin duda un trabajador incansable. El escribía de noche, mientras el mundo dormía. Estuviera donde estuviera, sus ocho horas de trabajar escribiendo no se las robaba nadie. Recuerdo una cosa siempre a este respecto. Mamá le esperaba levantada leyendo o hablando por teléfono con varios actores. A veces, como todo crío pequeño, me despertaba por la noche y la llamaba a mamá para que me diera agua o me llevara al baño, y recuerdo entonces ella diciéndome, “entra en el despacho a dar un beso a papa” yo medio dormida entraba y siempre tendré en la memoria el cambio en el gesto de papa. Al abrir la puerta veía a un hombre concentrado, consumido en su trabajo, que de pronto levantaba la cabeza y al verme, cambiaba con la mayor naturalidad el gesto por uno de ternura infinita. Jamás he visto a un hombre irradiar más ternura y más amor en un solo gesto.
P. Lo cierto es que el "genio", eso necesario para hacer teatro de calidad vivía en él. Confiesa que recibe la inspiración de los modos más diversos, desde el libro leído de forma pausada a la forma más iconoclasta de inspirarse viendo la jaula de los monos.
R. Qué razón tienes en citar esto. Papa siempre me decía, “hija escucha a todo el mundo, sin hacer diferencias de clase social, trabajo, religión o raza. Todo el mundo tiene algo que contar y siempre vas a aprender algo”. Se inspiraba en todo tipo de gentes y de situaciones vividas.
P. La ingratitud. A partir de 1958 la fecundidad de Alfonso Paso y la masiva aceptación de sus obras por el público evitó que muchas compañías se disgregaran, que muchos teatros se convirtieron en almacenes o garajes y que muchos cómicos se encontraran en paro forzoso. Todo esto ha sido olvidado por quienes menos debían: los directamente beneficiados. Él, nada contracorriente, compra el cine Panorama y lo convierte en el Teatro Arniches. Mientras algunos le acusan de repetirse, otros viven, literalmente, gracias a él. ¿Alguno de los que tanto te ha mostrado que no lo ha olvidado?
R. A mí no me tienen que demostrar nada, pero debían demostrárselo a el a su memoria: ha dado de comer a tantos, a tantos que le han rogado una obra porque querían trabajar y hoy no solo no se dignan a reconocerlo si no que ni siquiera le quieren nombrar. A mi los cobardes no me van y prefiero ignorarlos. Bastante tienen esos con vivir en su miseria y su desagradecimiento. Yo no soy quien para perdonarles, sólo Dios puede perdonar, pero no olvido, jamás olvidare al que me haga daño a mi o a los míos
P. Aunque sus obras de humor amable son las que la gente recuerda con más cariño, hay que recordar que fue autor de grandes obras con trasfondo histórico, como Neron-Paso, aunque después de leer como él negaba que su obra "Preguntan por Julio César", que siempre catalogué también como de recreación histórica lo fuera, aduciendo que existen anacronismos intencionados, que lo único que pretendía era una partitura donde escribir con la soltura que acostumbraba, me queda la duda ¿estamos con Nerón-Paso ante "una partitura que permita al autor mostrarse como actor"?
R.Papá tenia absoluta pasión por el imperio romano y especialmente por la figura de Nerón, la cual me ha pasado y he leído muchísimo sobre esta parte de la historia. Nerón ha sido catalogado de monstruo por los ignorantes o los que jamás han cogido un libro. Sin duda papá hizo su versión de Nerón, era un personaje que le apasionaba y sin duda en este caso no era tanto mostrarse el como actor si no meterse en su personaje favorito de la historia./p>
P. Una pasión compartida. Pero sigamos. Yo soy pesimista. Esta generación, no solo de público sino incluso de actores, que no conocen a Rodero, a Carlos Lemos, y menos aún a López Rubio o a Alfonso Paso creo que es incapaz de distinguir entre el buen teatro y las obras que pisan escenarios solo para cobrar subvención. Y no, no voy a preguntarte si tu padre cobró alguna vez subvenciones para estrenar. Quisiera conocer tu punto de vista sobre la situación actual.
R. Pues a pesar de que no me lo preguntes es algo que quiero contestar. Alfonso Paso jamás recibió una subvención de la época franquista, en la cual vivió. Que esto quede tremendamente claro, Paso jamás recibió una subvención.
P. Paso no es un autor solitario. Colabora con otros, por ejemplo con el genial Peliche en "Diga ud. treinta y tres". Pero donde su capacidad de trabajo en equipo adquiere toda su dimensión es el el cine, colaborando con guionistas y directores como Benito Perojo, Lazaga, Dibildos, Mariano Ozores, o el gran Rafael Salvia... no da pues la imagen de ser un hombre poco dispuesto a dar su brazo a torcer, que es capaz de aceptar otros criterios por el bien de una obra. ¿Era así realmente?
R. Papá no tenia ningún problema en colaborar con otros autores o guionistas. Tenia buenos amigos en la profesión y colaborar con ellos era siempre un placer. Respecto a criterios, supongo que unas veces daría el su brazo a torcer y otras veces lo harían los otros.
P. "Vivimos en una época de compromiso y, por tanto, vivimos un teatro de compromiso. Una obra bien hecha no basta". Esa es una frase de tu padre. Y predicaba con el ejemplo, por ejemplo con "La corbata", una obra con sentido social con aire de sátira. Además de calidad literaria y técnica dramática, Paso se reafirma en que "Un teatro de espaldas a los problemas es un teatro perdido". No es, sin embargo, la imagen que queda hoy de él. Como autor de teatro, como director de cine, se le ve como un creador de cine y teatro popular, lo que no es en absoluto malo. ¿Con cual de las dos visiones te quedas?
R. Pues me quedo con las dos facetas por diversas razones. Creo que es importante para un autor algunas veces profundizar en temas sociales, pero por otra parte no hay nada más bello que hacer reír al público. ¿Sabes cual es una de las frases que el decía siempre? “Yo escribo para el pueblo, para que los teatros se llenen de gente que solo quiere divertirse un rato, quiero que mis comedias las entiendan todas las gentes”.
P. A pesar de que Evangelina Jardiel en su breve biografía que, si me permites, no trata demasiado bien a tu padre, dice que ignoraba sus ideas políticas, lo cierto es que su segundo libro de ensayo, de historia, aunque él modestamente niega que sea ensayo a aunque está mucho mejor construido que obras de "profesionales" de la materia, es "Los demonios familiares", publicado por Vassallo de Mumbert en 1978, en la colección "España continente nuestro", un texto que no puede dejar indiferente a nadie en una editorial nada dudosa en lo político. ¿Le pasó quizá a tu padre, hijo de alguien que se definía como republicano, que, a pesar de no interesarse especialmente en la política, una vez muerto Franco, y como dijo mi querido y llorado Fernando Vizcaíno Casas sobre sí mismo, no aguantaba ver a tanto valiente alancear a moro muerto?. Hay que decir que no catalogo a Paso dentro de lo que despectivamente se llama "la carcundia". El díjo una vez que "Me siento mucho más cerca de los melenudos de Carnaby Street que de tanto y tanto señor serio con el porvenir asegurado que veranea, come bien y ve la televisión", y la verdad es que una lectura rápida a algunas de sus obras basta para mostrarnos que es así, rezuman rebeldía.
R.Sin duda era un rebelde, no se iba a callar nunca e iba a exponer toda tipo de denuncia social o simplemente contestar a los denostadores. Papá me dedico varios de sus artículos a mí, los cuales son uno de mis mayores tesoros, y en uno de ellos me dice, con referencia a los que le hacen daño, a los que le intentan hundir “A este si vaya, a este le contesto”. Y muchas veces utilizaba sus obras para ello, ridiculizando ciertos personajes de la sociedad, por ejemplo.
P. Casi enlazando con lo anterior, hay un punto de su biografía, siendo exactos más bien en la de su padre, que resulta chocante: el como abandonan el apellido Afán de Ribera, ilustre y cargado de historia, por el de Paso, en homenaje a un hermanastro de don Antonio. Como estoy vinculado familiarmente a la familia Afán de Ribera es algo que me veo casi obligado a sacar a colación, a no dejarme en el tintero. ¿Nunca tuvo la tentación de revertir ese paso que se dio en el BOE de 13 de noviembre de 1923?
R. Si lo hizo, se que intento volver a tener su apellido original, estaba tremendamente orgulloso de ser Afán de Ribera, ni te imaginas la de veces que me hablaba de ello, de donde provenía nuestra familia, de nuestros antepasados. Siempre que viajábamos por España, bien en vacaciones o bien en giras con las compañías de teatro, si había algún punto de esa ciudad ligado a nuestra historia, se preocupaba de contármelo todo. No recuerdo bien la razón por la cual no pudo volver a tomar su autentico apellido, pero sé que hubo una.
P. Nos dejamos muchas cosas en el tintero. Hemos sobrevolado muchos aspectos suyos, Nos dejamos casi sin rozar al Paso actor debutante en "Sosteniendo el tipo", al Paso cantante en Florida Park en 1970, local donde poco después se vería con Íñigo en sus programas de la entonces omnipresente TVE, al Paso que fue capaz de escribir en 1950 "La opinión de Bolivar sobre España"... nos dejamos Paso para rato, Para cien entrevistas más. Pero hay que poner un fin a todo y este es un momento estupendo para agradecerte tu amabilidad.
R. Yo también quiero agradecer tu admiración por papá. Para el mundo Paso era un autor, para mi era algo más grande, algo sin igual, era mi padre, el mejor padre del mundo. Es y será siempre mi héroe, mi gran inspiración. Me enseñó tanto, me inculcó tantas cosas buenas. Le echo de menos a diario, y todo lo que hago en esta vida lo hago para que se sienta orgulloso de mí desde el cielo, para seguir distribuyendo su obra por el mundo y para que ustedes puedan disfrutar de su trabajo.
Juan V. Oltra

lunes, 27 de septiembre de 2010

POEMAS DEL OPROBIO

El joven periodista y escritor Alberto García Reyes, gana el XI Premio Joaquín Romero Murube con el artículo 'Poemas del oprobio' en el que revindica la figura de literatos proscritos como Agustín de Foxá, Luis Rosales o el propio Romero Murube.

Lea el artículo compleo en

http://www.abcdesevilla.es/informacion/sevilla/recursos/pdf/2010/poemas-oprobio.pdf

domingo, 26 de septiembre de 2010

ESE GENERO DESVALIDO


Javier Compás
25-Septiembre-2010

“La poesía es un genero desvalido” decía Luís Rosales, gran poeta granadino, español, nacido el 31 de mayo de 1910, y en ese desvalimiento está pasando, con más pena que gloria, el centenario de su nacimiento. Rosales, premio Cervantes en 1982, como superviviente de los nunca premiados, de Luis Felipe Vivanco, de Leopoldo Panero, de Dionisio Ridruejo, compañeros de vericuetos literarios y de camisa azul de mangas remangadas y vista en el horizonte, aquella Generación del 36, terrible guarismo de nuestra historia… o providencial para algunos.
Aquellos tiempos de convivencias, de prólogo, antesala de la tormenta de acero y dientes apretados. En 1935, cuando por los sumideros debajo de las aceras ya corrían sangres tempranas, sangres jóvenes, José Bergamín, el poeta de Cruz y Raya, el comunista de hoz y martillo, editó la primera obra poética de Luís Rosales, Abril, en la misma colección donde también aparecerían obras fundamentales de Neruda y del palaciego Alberti.
Y en la casa de la calle Angulo, poco después, la escenificación más dura de la tragedia tribal. Hermanos, camisas azules, gestos duros, defendiendo al amigo de la locura imbecil y absurda, “la vida del hombre más importante de España dependió de la ambición política de alguien que no representaba a nadie”, no recordemos aquí su nombre, no merece la pena.
Rosales certifica la amistad de Federico y José Antonio, se lo dice a Ian Gibson en 1966, y más, que Lorca pensaba que la única solución para resolver el estado de violencia en España en aquellos momentos era una intervención militar. Federico se refugió en Granada temeroso del ambiente hostil que se vivía en Madrid, buscó el calor de los suyos, de su familia, de sus amigos los Rosales, pero la locura se desbordó y lo arrastró al abismo, al mismo que pudieron ir los que lo defendieron.
El joven Luís que barría en la tienda de pasamanería de su padre soñó con aprender qué era un poema, y en esa búsqueda empeñó su vida. Poeta para todos, aunque se sentía periodista. En 1938 está en Pamplona, allí nació la gran revista falangista Jerarquía, “la revista negra de la Falange”, en cuyos cuatro únicos números se trató de reflejar la concepción de una nueva estética, la moral de un nuevo estado. Después vendría Escorial, “nuestra gran piedra lírica” como tituló Ortega al gran monasterio, otro gran empeño falangista que dio a la luz tipográfica sesenta y cinco números de verdadero empeño por recuperar la pluralidad cultural truncada por el conflicto bélico, en ella, Luís Rosales compartió la secretaría con Antonio Marichalar, bajo la dirección de Pedro Laín, mientras Dionisio Ridruejo marchaba a Rusia a demostrar que los hombres de letras también sabían luchar con las armas por la nueva España. En ella publicaron Vicente Aleixandre, Blas de Otero, el sevillano Adriano del Valle, Dámaso Alonso y Gerardo Diego, entre otros.
En 1949 vendría La casa encendida, quizás su obra maestra, o, al menos, la que más notoriedad popular le ha dado, aunque el autor considera El contenido del corazón, la obra que le resume como escritor y como hombre. Hombre que declararía al gran periodista Joaquín Soler Serrano, fallecido, por cierto, en la más absoluta indigencia recientemente, su desencanto con la sociedad y la política desde la muerte de su íntimo amigo García Lorca.
Pero Rosales no perdió su Fe, “me gusta que Dios se haya hecho hombre”, Fe que le llevó a componer numerosos villancicos ensalzando la encarnación de la Divinidad.
También fue profunda su creencia en la Hispanidad, “en América es donde de verdad se aprecia lo que llegamos a ser los españoles”, una lengua común, una cultura común, con sus peculiaridades locales, pero sin nacionalismos excluyentes. Rosales murió precisamente en 1992, año de la conmemoración del quinientos aniversario del descubrimiento de América.

CULTURA Y ESPERPENTO


En una de esas tardes de indolencia y pereza, lo único que consigue hacer mi mano es pulsar las teclas del mando a distancia, vertiginoso zapping a ninguna parte. En una de estas veo una mesa redonda en ese programa que no se de qué va, circo con ínfulas de debate, uno de esos programas que duran horas, la mitad de las cuales se la pasan anunciando lo que van a decir después de la publicidad. Pero veo alrededor de la mesa a Sánchez Dragó y Alfonso Rojo, paro un momento el dictador designio zapeador de mi dedo índice, a ver qué hacen estos aquí.

El resto de los tertulianos son una señora llamada Carla Antonelli que, según el rótulo de la cadena, es actriz y activista política (sic), no sé si será hermana de aquella Laura Antonelli que nos turbó más de una noche como musa erótica del cine del destape. A su lado, Pilar Rahola, esa ¿política? reconvertida en tertuliana todo terreno y el ¿periodista? Enrique Sopena. Estos tres, según declaraciones posteriores de ellos mismos, muy afines al zapaterismo en el poder. En la otra banda, al otro lado del presentador quiero decir, los nombrados Rojo y Sánchez Dragó, junto a la intereconomista Isabel Durán, especie de contrapeso pepero al desagradable Sopena, y con los mismos pobres argumentos pero en sentido contrario.

Me llamó la atención la presencia del excentrico Sánchez Dragó en tal foro y decidí aguantar un poco a ver que se decía allí, resistí poco, ante un público que se dedicaba a aplaudirlo todo, al que decía una cosa y al que mantenía lo contrario, daba igual, el debate o, más bien, guirigay de verduleras, se centró en sesudas reflexiones sobre las hipotéticas posibilidades políticas de un partido encabezado por la friki Belén Esteban, esa tipa con cara de yonqui que se ha convertido en el centro del debate político nacional ¡Dios mío! y Dragó entrando al trapo.

En fin, tras unos minutos de asistir perplejo al lanzamiento incontrolado de "expertos comentarios de los tertulianos" decidí seguir dándole al dedo. La culpa la tengo yo por no apagar la tele y coger un buen libro, por cierto un millón de ejemplares vendidos del dramón folletinesco de la costurera, pero eso es otra historia, ¡qué país!.


J. C.

sábado, 18 de septiembre de 2010

PRESENTACIÓN DEL NUEVO LIBRO DE ANTONIO RIVERO TARAVILLO

El próximo martes, 28 de Septiembre a las 20ºº horas, se presenta en la Fundación Cruzcampo, el nuevo libro del poeta, escritor y traductor Antonio Rivero Taravillo, Macedonia de Rutas, editado por la editorial Paréntesis.
En el acto intervendrá el mismo autor junto con la periodista Mercedes de Pablo.



Paréntesis Editorial tiene el placer de invitarle a la presentación del libro Macedonia de Rutas de Antonio Rivero Taravillo
Presentado por Antonio Garrido Moraga
La literatura de viajes en España ha pasado de ser un género emergente a una realidad consolidada, y este libro es un primoroso ejemplo de ello, a la par que una demostración de que la amenidad y la información no tienen por qué estar reñidas con la más alta exigencia literaria. El autor nos lleva de Estonia a Islandia, de Nueva York a California, pasando por una evanescente Venecia o la Sevilla de Luis Cernuda. Junto con varios inéditos que se dan aquí por primera vez, muchas de estas estampas o relatos aparecieron en el suplemento El viajero del diario El País o en la revista Clarín.
Macedonia de rutas es un muestrario de latitudes y destinos, un baúl mundo con etiquetas que invitan a partir y cuya cerradura es un guiño para emprender mil sendas.

«Antonio Rivero Taravillo es el gran autor de viajes de su generación.»

JOSÉ LUIS GARCÍA MARTÍN

domingo, 12 de septiembre de 2010

CENTENARIO DE MANUEL MUJICA LAINEZ


Javier Compás
12/09/2010


Un baño de agua hirviendo nos pudo privar de la prosa magnífica de Manuel Mujica Lainez, gracias a un criado providencial, salvó la vida aquel bebé y no siguió el triste camino de su hermano mayor, muerto de meningitis a los dos años. Manuel, Manuchito entonces, heredó el nombre del hermano muerto y el apodo familiar, su padre era el abogado Manuel Mujica Farías, Manucho. El futuro escritor nació en el seno de una acomodada familia, el 11 de Septiembre de 1910 en Buenos Aires y, con el paso del tiempo, será uno de los que mejor glose la vida de la capital argentina reflejada en la decadencia de una burguesía europeizada.

En 1923, con trece años, llega a París con su familia, allí se instalan y el joven Manucho inicia su educación clásica, empapándose de arte en sus paseos parisinos y visitas a museos, exposiciones y teatros. Aprende francés y comienza a destacar en sus redacciones colegiales.

En 1925, junto con su hermano Buby, es enviado a Londres para aprender inglés.

La familia regresa en 1926 a Buenos Aires. Mujica Lainez iniciará en 1932 su carrera periodística en el diario La Nación, donde permanecerá hasta su jubilación en 1969.

Mientras viaja y prosigue su colaboración en la prensa, van viendo la luz sus libros de relatos y novelas: Don Galaz de Buenos Aires (1938), Canto a Buenos Aires, poemas (1943), Los ídolos (1953), La Casa (1954), Los Viajeros (1955), etc.

En 1958, durante una larga estancia en Europa, visita por primera vez, junto con el pintor Miguel Ocampo y el poeta Guillermo Whitelow, los jardines de Bomarzo, que inspirarán la que, probablemente, es su obra cumbre: Bomarzo (1962).

El 21 de Abril de 1984 muere en su casa El Paraiso, en Cruz Chica, Córdoba, finca familiar donde residió en sus últimos años.

Su imagen de dandy recuerda un tanto a la de un lord británico, aficionado al arte, coleccionista y de gustos refinados, Mujica Lainez poseyó una prosa rica y un tanto culturizante. Aunque más conocido por el gran público a raíz de la publicación de Bomarzo (1962) y El unicornio (1965), sin embargo, a pesar de coincidir en el tiempo con el llamado boom de la literatura hispanoamericana, no se le incluyó en esa nómina que encabezarían García Márquez y Vargas Llosa, la progresía lo dejó al margen por ser derechista.

El 11 de Septiembre habría cumplido 100 años.

LUZ DE OTOÑO


FRANCISCO ROBLES

Día 10/09/2010


Para Antonio del Junco

El otoño no tiene quien le escriba. La ciudad se entrega a las vísperas que se suceden durante el invierno y que desembocan en una primavera cantada y pregonada hasta la extenuación. Luego llega el largo y caluroso verano que da pie a un costumbrismo añejo de cines de verano, jazmines en las tapias, tallitas de agua, frescor de búcaros donde nadie bebe y cucañas en el río detenido de la dársena. Pero el otoño no tiene quien le escriba a pesar de que es la estación más hermosa de la ciudad. Ese otoño se adivina en los cielos azules que resurgen tras las calores, en los ocres que brillan como el oro viejo de la historia que conforma la ciudad, en las espadañas donde se fija la última luz de la tarde.
Sevilla es una ciudad otoñal. Conserva la belleza que le dio fama y renombre en determinados lugares de su anatomía. Sus mejores poetas la han evocado en la nostalgia del tiempo ido o en la distancia que la envuelve en una bruma que embellece sus rasgos y disimula las arrugas que le ha ido dejando el único paso que nunca deja de pasar: el paso del tiempo. Eso lo saben los fotógrafos mejor que nadie. Someten a la ciudad amada al martirio del ojo que todo lo atraviesa y que todo lo ve. ¿Cómo va a situarse delante de un objetivo alguien que es pura subjetividad? En esa lucha, en ese duelo de espejos que se miran mutuamente siempre sale vencedora la ciudad del albero y el almagre, de las sebkas que tejen la piel morena de la Giralda, tostada de tantos soles como la han abrazado por su cintura de alminar.
Contemplar a Sevilla es abandonarse a la luz que destila en estos amaneceres de cristal, en estos mediodías donde los contraluces se cortan con el cuchillo afilado de la sombra, en las tardes doradas que suavizan perfiles y aristas como si la luz fuera el gran escultor que Marguerite Yourcenar identificó con el tiempo que todo lo erosiona. Caemos rendidos ante al amargo don de la belleza mientras sentimos cómo la vida es el tránsito que adivinaron los poetas barrocos y que Valdés Leal volcó en las Postrimerías de la iglesia de San Jorge, vulgo la Caridad.
No es tiempo de emociones. No estallará el azahar que muerde por dentro y que se clava en la carne como la cernudiana espina del deseo. Es la hora apagada de la melancolía. Es la dulzura del regreso, como Borges definía a la ceguera que le acompañó como un anticipo de la vejez y que a todos, ¡ay!, nos aguarda. Sevilla es algo más que una ciudad. Es el tiempo que fuimos y el tiempo que nos queda. Suena el eco de una campana en la transparencia del aire. Cae la tarde con suavidad de hoja en el brocal de un patio que ya no existe. Todo es tibio como la serenidad de la experiencia. La ciudad es una mujer en el punto exacto de la madurez. Y esa mujer sabe que su belleza es el antídoto contra la muerte.

GARZÓN ¿JUEZ INTEGRO O PREVARICADOR?







Arnaud Imatz




¿Pervive el espíritu de la Transición democrática que marcó la vida política española durante más de un cuarto de siglo? ¿Se trata solamente de un recuerdo desgastado? A juzgar por la ola de sectarismo levantada en la primavera de 2010 por "el asunto del juez Baltasar Garzón", la cuestión merece ser expuesta.

Según la opinión general, la instrucción contra el magistrado-astro exacerbó las tensiones del país, dividiendo la opinión pública en dos campos. Un deterioro del clima político tanto más lamentable al tiempo que España sufre una crisis económica profunda.

En varios días de informaciones-desinformaciones, el juez de la Audiencia nacional Baltasar Garzón se convirtió en un verdadero fenómeno popular. Sus admiradores eran unos millares que consideraban que hay que protestar "contra la impunidad del franquismo" (24 de abril de 2010). En las calles de Madrid enarbolaban la bandera tricolor de la República y la bandera roja comunista. Reclamaban a grandes gritos la vuelta de la República y la ilegalización del Partido Popular. Para todos ellos no había duda: el proceso contra el juez manchaba la memoria de las víctimas y constituía un "escándalo sin precedente".

¿Intenciones excesivas de una minoría de revanchistas? ¡Cierto! Pero el asunto es preocupante. Personalidades habitualmente poco propensas al radicalismo extremista avivaron el fuego. El diario próximo al gobierno, “El País”, sostuvo sin reserva a Garzón, reproduciendo las intenciones más insultantes para el Tribunal Supremo, y criticando a la vez, a Luciano Varela, juez encargado de la instrucción.

Para comprender verdaderamente el asunto Garzón, hay que tomarse el trabajo de informarse seriamente. Evidentemente, los grandes medios de comunicación no consideran útil hacer este trabajo.

Un detalle importante ha sido pasado en silencio. Garzón no es juzgado por haber querido abrir las “fosas del franquismo” o investigar sobre los crímenes del régimen, sino por "prevaricación voluntaria" o falta grave a las obligaciones de su cargo. En un Estado de derecho, con más razón en una democracia, a partir del momento en que un juez pretende sustituir al legislador, en el momento en que viola deliberadamente la ley, está jurídicamente “muerto”. Esto, no lo ignora un jurista digno de este nombre.

La memoria histórica forma parte de la estrategia de ZP; en la foto junto al juez Garzón

Volvamos sobre los hechos
El 26 de diciembre de 2007, José Luis Zapatero hace aprobar una "ley de memoria histórica" cuyo origen se encuentra en una propuesta del Partido Comunista (Izquierda Unida). Esta ley tiene por objeto honrar y recuperar la memoria de todos los que fueron víctimas de injusticias por motivos políticos o ideológicos o de creencias religiosas durante y después de la guerra civil. Es el resultado de un consenso entre la izquierda y los partidos nacionalistas vascos (PNV) y catalán (CIU). Estos últimos, de sensibilidad demócrata-cristiana, consiguieron hacer admitir las "creencias religiosas" entre los motivos de represión. Su enmienda se reveló sin embargo de un efecto limitado. Desde su promulgación, la "ley de memoria histórica" ha sido interpretada sistemáticamente en favor de los representantes y simpatizantes del campo republicano y de sus descendientes.

Consciente de manejar una bomba de efecto retardado, el gobierno socialista primero escogió la inercia. Como dijo el secretario general de Amnistía internacional, Claudio Cordone, en materia de exhumaciones de los restos de las fosas comunes no hizo "prácticamente nada" (El País, 27-mayo-2010). Se contentó con dejar actuar a las asociaciones privadas generosamente subvencionadas.

El 16 de octubre de 2008, Baltasar Garzón, juez de instrucción de la Audiencia nacional, se pronunció sobre 22 denuncias "de Asociaciones de recuperación de la memoria" sobre "genocidio y crimen contra la humanidad". Primeramente, el magistrado se declaró competente para instruir la totalidad "de crímenes del franquismo" y autorizó la apertura urgente de 19 fosas. Luego, para evitar ser desaprobado por sus pares, ordenó que "la instrucción necesaria" fuera llevada por los jueces competentes. El ministerio público inmediatamente reaccionó por la voz del fiscal, Alberto Zaragoza, quien censuró a Garzón por haber eludido la ley de amnistía de 1977 y querido realizar un tipo de inquisición general que recordaba la instrucción general (Causa General) llevada por el ministerio público de Franco, entre 1940 y 1943, lo que la Constitución prohíbe categóricamente. El fiscal también le reprochó al juez por atentar al principio constitucional de no retroactividad y por fundarse sobre reglas de derecho internacional que no existían en la época en la que los actos habían sido cometidos.

Justicia universal... pero no en Paracuellos

En la polémica, periodistas de derecha recordaron que el mismo juez Garzón había rechazado, en 1998, una querella semejante sobre "genocidio, tortura y terrorismo", contra el PCE y su Secretario general, Santiago Carrillo, el PSOE y el Estado español, denuncia presentada entonces por la Asociación de las familias y amigos de víctimas del "genocidio de Paracuellos del Jarama" (2750 a 5000 muertos según las fuentes). Garzón entonces había discutido la capacidad jurídica de la asociación de los demandantes y les había reprochado "romper las normas de retroactividad" y violar la Constitución. Hasta había rechazado su queja de "abuso de derecho" y puesto en duda la deontología de los abogados demandantes. Confirmando la posición del juez Garzón, el fiscal Pedro Rubira había declarado, algunos meses más tarde (marzo-2000), que los hechos habían prescrito y recordó que la ley de amnistía de 1977 se aplicaba con pleno derecho.

Diez años más tarde, fundándose sobre argumentos y una jurisprudencia radicalmente inversa, Garzón admitía la queja de las víctimas del franquismo. Desde entonces, no iba a tardar en caer en su propia trampa. En 2009, era objeto de tres querellas por "prevaricación voluntaria " depositadas por el Colectivo de funcionarios Manos Limpias y la asociación Libertad e identidad.

A principios de abril de 2010, sintiendo la suerte de su amigo Garzón sellada, el fiscal argentino del Tribunal penal internacional, Moreno Ocampo, propuso que el juez fuera trasladado al Tribunal Penal Internacional con la esperanza de bloquear el procedimiento de suspensión. Pero a pesar del acuerdo del ministerio público y del gobierno, a pesar de las manifestaciones de apoyo en la calle, a pesar de la propuesta de proyecto de ley de los comunistas de Izquierda Unida que pretendía modificar la ley de amnistía, la maquinaria judicial no pudo ser frenada.

Un triple proceso contra el juez Garzón
El 14 de abril de 2010, ha sido tomada una medida disciplinaria de suspensión en contra del juez por unanimidad por miembros de la Asamblea plenaria del Consejo General del Poder Judicial. Esto marca la apertura del triple proceso de Garzón ante el Tribunal Supremo (apertura de instrucción penal contra crímenes amnistiados por la ley, obtención de una ayuda económica por un banquero a quien instruía un asunto y la interceptación de comunicaciones entre abogado defensor y su cliente). El juez se arriesga a ser condenado a 20 años de incapacitación profesional.

No hay que equivocarse sobre las verdaderas razones de la amplitud de este asunto. Para los amigos de Garzón, las tribulaciones del juez son sólo un pretexto para dar cuerpo a sempiternas mentiras. Al oírlos, parece dar la impresión de que en 1936, los "buenos" habrían estado en un campo y los "malos" en el "otro"; todas las víctimas de los "franquistas" habrían sido personas honorables, héroes de la democracia; el espanto en el campo nacional habría sido infinitamente más brutal que el del campo republicano; la derecha sería la única responsable de la destrucción de la democracia y de la guerra civil; además, como heredera del franquismo, ella continuaría monopolizando el discurso y la memoria del conflicto.

Recordemos brevemente lo absurdo de estos camelos de titiriteros políticos.

Las mentiras
Primera mentira: las víctimas de los "franquistas" eran todas combatientes de la democracia, gente que debe hoy ser honrada y cuyos asesinos deben ser juzgados.

Según este discurso, poca importancia tiene que la vida en la zona de la Frente popular hubiera sido un infierno verdadero para la mitad de españoles. ¡Olvidadas las víctimas de la represión frente-populista debido a sus convicciones religiosas, o porque eran militares, nobles o burguesas, o simplemente de derecha!

No sabemos por qué debemos poner sobre el mismo plano a víctimas y verdugos. Tres ejemplos edificantes deberían bastar para comprender la perversidad de este raciocinio.

– Primer ejemplo: Juan Peiró y Agapito García Atadell. Peiró fue un dirigente anarquista, ministro del Gobierno frentepopulista durante la Guerra Civil, pero se trata de una figura ambigua que se opuso a algunas manifestaciones del terror "rojo" e intervino para salvar algunas vidas al tiempo que formaba parte del entramado responsable del proceso revolucionario y de los crímenes ejecutados materialmente por otros. Atadell, era un socialista, jefe de la Brigada de Investigación Criminal, que dependía directamente de la Dirección General de Seguridad del Ministerio de la Gobernación. Fue responsable de robos, violaciones y de más de ochocientas detenciones al margen de la legalidad, muchas de las cuales terminaron en asesinatos. Condenado a muerte por un consejo de guerra, fue también ejecutado. ¿Hay que honrar por eso la memoria de Peiró y de Atadell de la misma manera?

– Segundo ejemplo: Juan Duarte Martín. Era un joven seminarista de 20 años. Su historia es de una naturaleza que hiere la sensibilidad de las personas más endurecidas. Juan fue denunciado por sus vecinos y torturado durante ocho días en noviembre de 1936. Una joven mujer fue encargada de seducirlo pero como se negaba a romper su voto de castidad, un miliciano lo castró con una navaja de afeitar y le ofreció sus testículos a la señorita. Después de abrirle el vientre., todavía vivo, echaron gasolina por su cuerpo y le prendieron fuego. Durante este último tormento, Juan Duarte sólo decía: "Yo os perdono y pido que Dios os perdone... ¡Viva Cristo Rey!". Las últimas palabras que salieron de su boca con los ojos bien abiertos y mirando al cielo fueron: "¡Ya lo estoy viendo... ya lo estoy viendo!". Los mismos que intervinieron en su muerte contaron luego en el pueblo que uno de ellos le interpeló: "¿Qué estás viendo tú?". Y acto seguido, le descargó su pistola en la cabeza. El 28 de octubre de 2007, el sobrino de Juan, José Andrés Torres Mora jefe de gabinete de Zapatero, diputado socialista y promotor de la "ley de memoria histórica", asistía a la beatificación de su tío, uno de los 498 mártires entonces distinguidos por la Iglesia católica. ¿Tenemos que honrar hoy a los verdugos de Juan Duarte Martín so pretexto de que combatían en nombre de la libertad?

– Tercer ejemplo: el poeta comunista Marcos Ana. Este icono de la izquierda fue encargado de leer el manifiesto de apoyo del juez Garzón el 24 de abril de 2010. Escritor de 90 años, es el preso más viejo de España franquista. Pasó 22 años por las cárceles, según nos dijeron, por " un delito simple de conciencia". Hasta Pedro Almodóvar, pretendería realizar una película a su gloria. Lo que no se sabe tanto, es que Marcos Ana es el seudónimo de Sebastian Fernando Macarro, miliciano que fue condenado por el asesinato de tres personas inocentes conocidas por sus convicciones religiosas. En su expediente judicial nº 120976 aparecen los motivos de su condena: era un joven líder de las Juventudes Socialistas Unificadas, jefe de grupo en el "Batallón Libertad" de Alcalá de Henares. Macarro fue condenado a muerte en 1943, pero como era menor, en el momento de los hechos, en 1936, su pena fue conmutada a 30 años de reclusión. Este militante comunista, que jamás renegó su pasado, hoy es presentado como un combatiente de los derechos humanos.

La segunda mentira: el terror en el campo republicano fue infinitamente menos importante que el del campo nacional. Según los estudios más serios, el balance de la represión en la zona nacional se sitúa alrededor de 70.000 ejecuciones y el de la zona republicana alrededor de 60.000. Es muy probable que la cifra final de la zona nacional sea superior a la de la zona republicana. El terror rojo actuó con rigor durante tres años sobre un territorio que disminuía constantemente, mientras que el terror blanco duró más de tres años sobre un territorio cada vez más vasto. La cifra de la represión nacional incluye además las ejecuciones posteriores al conflicto para crímenes de guerra y represalias políticas. Esta "guerra de las cifras" no debe enmascarar un punto capital: hubo un terror blanco, pero hubo también un terror rojo, y, debido a su importancia, es difícil de creer que fue desorganizado o incontrolado como los comentadores más sectarios todavía afirman.

La tercera mentira: la derecha española, ayer responsable de la Guerra civil, sería hoy la heredera del franquismo. ¡Una tontería crasa! El Profesor americano, Stanley Payne, barrió recientemente la leyenda de la responsabilidad pretendida y única de la derecha en el origen de la Guerra Civil. Recordemos solamente un punto revelador: la izquierda revanchista exige periódicamente de la derecha una condena del golpe de Estado de 1936, pero jamás se arrepiente de su golpe de Estado de 1934.

En cuanto a la pretendida herencia franquista basta con recordar las cinco grandes etapas de la Transición democrática, para mostrar la falsedad de la afirmación de esta herencia pretendida de la derecha española:

1. El decreto ley que autorizaba las Asociaciones políticas fue promulgado por Francisco Franco, el 21 de diciembre de 1974, un año antes de su muerte.

2. La ley de Reforma política fue adoptada por las Cortes españolas el 18 de noviembre de 1976 (por 425 votos contra 59 y 13 abstenciones) y ratificada por referéndum popular el 15 de diciembre de 1976. Precisamente fue el sobrino de "José Antonio", Miguel Primo de Rivera, quien defendió delante de las Cortes el proyecto de ley presentado por el jefe de Gobierno Adolfo Suárez, el antiguo Secretario general del Movimiento, un texto que enterraba el franquismo y que había sido redactado en gran parte por otro antiguo Secretario general del Movimiento, Torcuato Fernández Miranda.

Juramento del Rey ante las Cortes Españolas (1975)

3. Las primeras elecciones generales legislativas del 15 de junio de 1977, se ganaron por la Unión de Centro Democrático de Adolfo Suárez, antiguo líder del Movimiento, por delante del PSOE de Felipe González.

4. La ley de amnistía fue adoptada por las Cortes el 15 de octubre de 1977 (296 votos a favor, 2 en contra, 18 abstenciones y uno nulo). Esta ley recibió el apoyo, sin la menor reserva, de la casi totalidad de la clase política (en particular líderes del PSOE y del PCE). Esta amnistía no se limitaba a la Guerra civil, sino concernía a todos los delitos cometidos para restablecer las libertades públicas o reivindicar las autonomías de las regiones de España (particularmente las acciones violentas de los maoístas del GRAPO y de los separatistas de la ETA). Pues no fue adoptada bajo la presión de los carros como hoy pretenden los amigos del juez Garzón. No fue tampoco ni una "amnistía-amnesia", ni una "cobardía", sino un acto de generosidad y de reconciliación. En 1977, el conjunto de la izquierda la defendía con vehemencia. La posición actual de los partidarios de Garzón, que quieren reformarla o anularla, constituye pues una curva de 180. Por fin, última etapa, que no había sido posible sin la ley de amnistía:

5. La adopción por el Congreso de la Constitución y su ratificación por referéndum el 6 de diciembre de 1978 (87 % de votos a favor).

La Transición democrática no fue una conquista de los enemigos de la dictadura
Los hechos están allí. Indiscutiblemente es la derecha franquista quien tomó la iniciativa de instaurar la democracia. La Transición democrática no fue una conquista de los enemigos de la dictadura, fue una elección deliberada la gran mayoría de los que habían estado allí y de sus principales líderes.

El escritor, Jorge Semprún, antiguo comunista y ministro de cultura socialista, declaraba hace poco: "La memoria de los vencidos no se tiene en cuenta, y sigue predominando la memoria de los vencedores, como ocurrió desde la posguerra hasta bien tarde. La retórica de la memoria de los vencedores es la que sigue predominando" ("La memoria es la vida", El País, 12-abril-2010). ¡Esto es ridículo! Precisamente la verdad es todo lo contrario. Si había un cierto consenso sobre las principales conclusiones relacionadas con los acontecimientos de la República y de la Guerra civil, éste voló en pedazo en los años noventa. Los autores favorables al Frente popular inundaron las librerías de libros, ocuparon los púlpitos universitarios y monopolizaron los grandes medios de comunicación. Después de la llegada de Zapatero la tendencia se reforzó. Pero en los años 2000, lo imprevisible se produjo. Una minoría de historiadores independientes, con Pío Moa a su cabeza, se sublevó. Antiguo comunista-maoísta, Moa rechazó las interpretaciones convencionales después de haber tenido acceso a los archivos de la fundación socialista Pablo Iglesias. Boicoteado, despreciado e insultado por los medios de comunicación oficiales, sin el menor apoyo del Partido Popular, estos grupos de resistentes debieron su salvación sólo al apoyo de centenas de millares de lectores y a los éxitos impresionantes de edición.

Ante la postura de los amigos de Garzón, el antiguo diputado, presidente de la Comunidad autónoma de Madrid, Joaquín Leguina, una de las figuras históricas del socialismo democrático español, particularmente representativo del espíritu de la Transición, lamentaba recientemente: "Es preciso reconocerle a Baltasar Garzón el éxito de haber aparecido, una vez más, en el New Yok Times y en otros notables medios internacionales, pero el mensaje que el juez y sus hooligans han conseguido colar allí es tan negativo respecto a los españoles que resulta siniestro. En efecto, este desgraciado asunto ha sembrado la idea de que en treinta años de democracia los españoles hemos sido incapaces de lidiar con el pasado, que la Transición fue una bajada de pantalones, que la Guerra Civil es un tema tabú y que buena parte de la derecha sigue siendo franquista. Un hatajo de mentiras" (Blog de Joaquín Leguina: 20 de abril de 2010, artículo "Adanismo"). En lugar de procurar de nuevo distinguir entre "buenos" y "malos", ya es hora de dar una visión justa y equilibrada del pasado.

martes, 7 de septiembre de 2010

Miguel Hernández y los intelectuales de barro

http://www.villenainteresa.com/

Mis cumplidas felicitaciones al poeta oriolano Miguel Barcala por la genial operación de marketing gratuito a lomos d e la presentación (28.12.09 ) de su libro de poemas “El canto del cisne de un poeta” , en homenaje a Miguel Hernández, pero …. “politically incorrect” .
Se trata de un libro de poemas donde el autor ridiculiza al Presidente del Gobierno con versos como -”Zapatero el odioso, que está destruyendo España con velocidad y con saña”-, llama asesino a Santiago Carrillo, ex dirigente del PCE, “Quisiera borrar su nombre, / creando el odio a la patria, / desgarrando su bandera, / destruyendo monumentos, / en honor de ese felón de Carrillo, / que a más de asesino es pillo” y realiza una loa a la alcaldesa de Orihuela , Mónica Lorente .. “ con su porte elegante de señora”…..
El publicitado libro habría pasado desapercibido y no habría salido de la remota Orihuela de no haber tenido la sabia ocurrencia el poeta Barcala de haberlo escrito en homenaje al poeta stalinista, Miguel Hernández , y haber incluido un serie de datos biográficos que han molestado sobremanera a la “picosa” izquierdona alicantina : ese fósil de momia que aun vive a lomos guerracivilistas de la Gran Multinacional de la Mentira, falsificadora de la Memoria histórica . Cuando a la izquierdona le levantan las falditas y le dejan sus vergüenzas al aire ¡¡saltan rayos y truenos!! .
Y es que .. las fantasías de todos estos intelectuales de barro sucumben bajo las verdades recientemente desveladas, en archivos y documentos del Socialismo moscovita, por los que sabemos que M. Hernandez fue el “Poeta de la ROBOlución Comunista” al servicio del genocida Stalin para imponer en aquella negra España del ´36 su dictadura comunista de órbita soviet. .
Y es que la fantaseada leyenda que la izquierda española nos montó sobre el poeta oriolano hasta convertirlo en otro de sus idolatrados iconos, se convierte en barro a la luz de la historia. Y así hablan las fuentes.
El poeta Miguel Hernández no fue “el pobre hijo de un cabrero” como siempre nos contó la “propaganda machine” izquierdista : su padre era un acomodado hacendado que tenía buenas cuentas corrientes en la Banca Balaguer y era un adinerado granjero.
Miguel fue católico de formación : Estuvo 8 años escolarizado entre la Escuelas del Ave Maria y el Colegio de Jesuitas de Santo Domingo, cosa bastante inusual en una época en la que la mayoría de niños no iban a la escuela :fue un niño rico privilegiado cuyo padre pudo pagarle una educación PRIVADA . El sacerdote oriolano Antonio Roda, amigo de niñez del poeta y compañero de pupitre, revela en sus memorias inéditas que Miguel Hernandez era monaguillo de su iglesia , donde ayudaba a misa cada día antes d e ir a las clases ..
De los 15 a los 20 años su padre le obligó a cuidar de sus propiedades “pastoriles” porque no quería que siguiera estudiando. De ahí lo de “cabrero” …
M. Hernandez llegó tarde a la mitificada “Generación del ´27 “ :Garcia Lorca y Cernuda se lo bloquearon y estuvo vetado en los ambientes poéticos donde estaban Lorca y Cernuda y lo rechazaban y despreciaban porque “ Miguel creaba un ambiente muy tenso” . De no ser por Aleixandre y Neruda (comunista) , que le echaron una mano “ideológica” .., no hubiera sido nunca relacionado con esa Generación del 27 de la que estuvo siempre rechazado , ni tampoco se hubiera hecho famoso.
Visto su fracaso en esa Generación del ´27, se apunto a “comisario comunista de la Revolución Stalinista” para España ( fue nombrado el “Poeta de la Revolución Comunista”) y, una vez convertido al Comunismo, creció su fama como la espuma: las muy organizadas redes marxistas internacionales se encargaron de la “propaganda machine” ..
Tras la Guerra inCivil, Miguel fue encarcelado : esa “propaganda machine” izquierdista difundió que los comunistas Alberti y Neruda , por presiones desde fuera, lo salvaron de la 1ª pena de muerte pero es MENTIRA porque fue salvado por los dos franquistas : Jose Mª de Cossío y Dionisio Ridruejo desde dentro de España y que le dieron trabajo en la Enciclopedia Espasa-Calpe.
Estos franquistas le hubieran sacado definitivamente de la cárcel si tan solo hubiera escrito una declaración de arrepentimiento por su activismo y ser agente del comunismo stalinista, pero claro, ….. “el Poeta de la Revolución Comunista” no podía retractarse: hubiera quedado en ridículo delante de sus ROBOlucionarios.
Con su pobre mujer Josefina Manresa(hija de un guardia civil) tuvo hasta violencia verbal porque “no entendía ni sus ideas ni su soberbia” y rompió pronto al irse a medrar a Madrid y estuvieron dos años sin verse. Josefina no se acercó a verle a las prisiones donde estuvo. Eran ideológicamente y culturalmente distintos.
Nunca fueron un matrimonio bien avenido: en realidad “ El Rayo que no cesa” no se lo inspira en su pobre mujer sino en su amante Maruja Mallo , que es la que vertebra toda su obra poética …
Huyendo hacia Chile , M. Hernández fue ocultado en el Real Alcázar de Sevilla por el franquista Director de la Real Academia Sevillana de las Buenas Letras Joaquín Romero. En la huida a Portugal se perdió por el campo y fue detenido en Rosal d e la Frontera y entregado a la policia española en 1939 .
Tuvo 2 procesos : uno civil , que lo dejó en libertad y cuando iban a hacerle el proceso militar , el poeta estaba libre en la calle. Le detuvieron, le condenaron y , al negarse a firmar su arrepentimiento, lo metieron en la cárcel donde murió de tuberculosis .
La todopoderosa “propaganda machine” de la Gran Multinacional de la Mentira (la izquierda) crea ICONOS Y FALSOS MÁRTIRES cuya realidad, cuando es bien conocida, resulta patética.
Yo, de los intelectuales, admiro su decencia y coraje en defensa d e las libertades democráticas. Ser “comisarios panfletarios” de una “estafa ideológica totalitaria” ,como fue el Comunismo y estar al servicio de un genocida llamado Stalin, me parece simplemente indecente y reprobable.
Que el poeta oriolana Barcala , haya contado las verdades del barquero en su poemario y que el nombre de Miguel Hernández le haya catapultado, involuntariamente, a la fama, es algo digno de elogio en tiempos en que el marketing siempre saca onerosa tajada: ha sido una genial jugada.
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(retazos de Miguel Hernández : “Obras Completas ”. Edit.Losada .1968)
“EL INCENDIO” :
Europa se ha prendido , se ha incendiado:
de Rusia a España ve, de extremo a extremo,
el incendio se va enarbolando
con unfurro, un ímpetu supremo.
Se propaga la sombra de Lenin, se propaga,
avanza enrojecida por lo hielos..
España suena llena de retratos de
Lenin entre hogueras matutinas …
para estrechar con Rusia los cercos de la lumbre ….
Ah, compañero Stalin: de un pueblo de mendigos
has hecho un pueblo de hombres que sacuden la frente… “
Rusia edifica un mundo feliz y transparente ….
( “Obras Completas .Miguel Hernández”. (Edit.Losada .1968)
( Según la documentación comunista de los Archivos de Moscú , Lenin y Stalin fueron responsables de 12 millones de rusos asesinados en la Uninón Soviética. La suma total de asesinatos, en aras de la ideologia Comunista, fue de más de 100 millones, según consta en dichos archivos)
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(Fuentes : “ Proceso a Miguel Hernández:el Sumario 21.001” , ”Noticias sobre Miguel Hernandez”(1951) y “Miguel Hernández , poeta” (1955).de Juan Guerrero Zamora.
“Miguel Hernández: pasiones, cárcel y muerte de un poeta” de J.L. Ferris (Temas de Hoy.2002 .)

domingo, 5 de septiembre de 2010

LAPIDARIO JUAN RAMÓN


FERNANDO IWASAKI
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Acabo de releer la edición definitiva «Españoles de tres mundos» (Seix Barral, 1987) de Juan Ramón Jiménez y no me extraña que su memoria sea tan polémica, pues sus opiniones cayeron como rayos sobre muchos de sus contemporáneos. A manera de muestra convoco sus comentarios acerca de Pablo Neruda y Rafael Alberti, a quienes la historia ha terminado poniendo en el lugar donde los puso Juan Ramón.
El perfil de Rafael Alberti se publicó en 1930 bajo el título de «Acento: Poetas de antro y dianche», junto con las siluetas de Dámaso Alonso y Federico García Lorca. Por entonces Alberti era muy joven, la guerra civil no aparecía en el horizonte y las opiniones de Juan Ramón no eran nada políticas sino poéticas. Y lo clavó así: «Por ahí anda, por todos los ahíes, tocándose los verdugones de talón celeste. Estraordinario él mismo en su gustoso alarde de tontilocuente contra la exajeración inútil e innecesaria. Cuando se descuelgue su sétimo manto de amanerada elocuencia, tire al abismo su varita de habilidad, se evada netamente de su actual sobrerromanticismo, y en la ramazón de su disgregada labia escesiva aísle otra vez la hermosa ave fresca de su voz una, como tiene además en su último piso esa trampa natural por donde saca, atravesando lámparas de techo con cubo de plata y oro, cosas de fuego diamantino del centro de la tierra, Rafael Alberti le va a decir a lo no mirado una gran cosa por lo menos del tamaño del mar de Cádiz, el más bello mar, para mí, del mundo». Sin embargo, tras la guerra civil la obra de Alberti fue más política que poética y acaso jamás llegó a decirle a lo no mirado cosas del tamaño del mar de Cádiz.
El texto sobre Neruda fue publicado primero en «Repertorio Americano» (1940) y después en la primera edición de «Españoles de tres mundos» (1942), y no es posible leerlo sin tener en cuenta que Neruda puso a toda la Generación del 27 contra Juan Ramón, con ocasión del homenaje que él mismo se organizó en Madrid en 1935. Así se entiende que Juan Ramón comenzara su retrato lanzando la primera a la frente: «Siempre tuve a Pablo Neruda ... por un gran poeta, un gran mal poeta, un gran poeta de la desorganización; el poeta dotado que no acaba de comprender ni emplear sus dotes naturales». Ignoro si Juan Ramón sabía que Neruda era cachivachero, porque la viñeta que pintó sobre la poesía de Neruda podría haber sido la foto de su casa de Isla Negra: «Posee un depósito de cuanto ha ido encontrando por su mundo, algo así como un vertedero, estercolero a ratos, donde hubiera ido a parar entre el sobrante, el desperdicio, el detrito, tal piedra, cuál flor, un metal en buen estado aún y todavía bellos. Encuentra la rosa, el diamante, el oro, pero no la palabra representativa y trasmutadora; no suple el sujeto o el objeto con su palabra; traslada objeto y sujeto, no sustancia ni esencia». Juan Ramón sentenció rotundo: «No tiene calidad Neruda porque no es estático ni dinámico, sino sólo estanco».
He glosado textos de 1929 y 1939, cuando ni Juan Ramón ni Alberti ni Neruda tenían la trascendencia que alcanzaron más tarde, y por eso mis respetos al lapidario Juan Ramón.

EXPOLIO EN LA CARTUJA



RICARDO SUÁREZ
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Tras la exposición universal de 1992, la mala gestión de los activos que quedaron (y sálvese quien pueda, ya que aquí la responsabilidad recae en los dos grandes partidos que estuvieron y están al frente de AGESA, PP,PSOE,), provocó que la Isla de la Cartuja tardara en configurar y reestructurar el espacio para los fines que se pretendían tras la clausura del evento. Pabellones, redes de servicios, comunicaciones y patrimonio artístico, quedaron a merced de la desidia, del tiempo, de los jaramagos, de los oportunistas y desaprensivos.
Lo más sangrante, más que el derribo o modificación de algún que otro pabellón (eso que llaman los teóricos cursis de la arquitectura «maquillaje funcional»), ha sido el grave daño que se ha hecho al patrimonio escultórico y pictórico que fue recepcionado por la administración local y autonómica: Esculturas de Anish Kapoor, Jesús Soto, Stephan Balkenhol y Eduardo Chillida. Murales de Roberto Matta y Llya Kabakov o la cabalgata diseñada por Guillermo Pérez Villalta, entre otros.
Si hiciéramos un censo de las obras artísticas de la Isla de la Cartuja cuyo paradero se desconoce, su estado de conservación es deplorable y la uniésemos al resto de esculturas repartidas por la ciudad, tendríamos un alarmante documento que pondría la cara «colorá» a más de una asociación en defensa del patrimonio y no digamos a los políticos de turno, aunque dudo que el rostro de estos últimos vire hacia la gama cálida debido a la dureza del mismo.
Ahí tienen la reciente agresión a la escultura del General San Martín o el abandono que sufre la de Fray Bartolomé de las Casas, por poner unos ejemplos. ¿Dónde están las asociaciones en defensa del patrimonio, aquellas que ponen el grito en el cielo cuando se habla de la Torre Cajasol? ¿Acaso tienen que poseer estas obras, de artistas de reconocido prestigio a nivel internacional, más de seiscientos años para que dichas asociaciones eleven su más agresiva y enérgica protesta? No sólo de tejas, bancos de forja, arquitectura regionalista, retablos barrocos y paramentos encalados vive un supuesto defensor del patrimonio. La ignorancia y el desprecio que las instituciones públicas han tenido con el patrimonio heredado del 92 nos dice mucho de cuales son los valores, intereses y prioridades que desde la Conserjería de Soltura (por aquello de la subvención) se tiene por el arte contemporáneo.
Hoy en día el «Edificio para un Vacío» obra de Anish Kapoor que fue derribada porque estorbaba para desarrollar un proyecto de reurbanización, tendría un valor aproximado de diez millones de euros. Obras de este excelente escultor decoran los espacios públicos de las ciudades mas importantes del mundo. Del mural cerámico de Roberto Matta se ha destruido mas del 75% de una superficie de 130 metros cuadrados. Y qué decir del Jardín del Guadalquivir, cerrado al público desde 1995 y que recientemente ha sido reinaugurado con una dudosa intervención. Entre las piezas que allí se exhibían había creaciones de Eva Lootz, Per Kirkeby y Ettore Spalletti.
En Sevilla muere y desaparece lentamente un inigualable patrimonio artístico contemporáneo mientras nadie hace nada para remediarlo. Ahora la señora Montaño de la mano del ICAS anuncia que más de una treintena artistas de veinte países diferentes, con la participación de la ONU, decoraran con sus obras el polígono de San Pablo y que estas serán donadas a la ciudad para así incrementar su patrimonio histórico. Menuda papeleta tiene el Ayuntamiento de Sevilla y la Junta de Andalucía si permiten que se hagan con estas obras de arte las atrocidades hechas en la Isla de la Cartuja durante dieciocho años.